United States or Kuwait ? Vote for the TOP Country of the Week !


¡Ay qué Dios! ¿Y para preguntar por la salud del sobrinito te estás media hora de pitorreo con la tía?... Mira, Antonio, no quieras meterme los dedos por los ojos... ¡Líbreme Dios de ese sacrilegio!... Lo que quiero es meter los labios ahora mismo. ¡Ea! no me vengas con monerías de gata tripera... Confiesa que te gusta aún María... Vete con ella bendito de Dios y déjame á el alma quieta...

Líbreme el cielo de emplear una pluma, que debe dedicarse siempre a la exposición de principios morales inalterables, en transcribir las especiosas teorías de Lady Clara sobre esta época y su conducta que defendía con sofísticas apologías, ilógicas deducciones, tiernas excusas y débiles paliativos. A la verdad, las circunstancias fueron muy crueles, agotándose prontamente su escaso caudal.

Líbreme Dios de no admirar tanto fervor. ¡Ojalá tuviera cada aldea y en cada semana, por lo menos, un orador de aquel género, que conservara viva y consoladora en el pecho de los pobres aldeanos la fe de sus mayores! Con ella únicamente son posibles la paz y la ventura entre tantas privaciones y miserias.

En que hasta hoy está siendo Santander la primera aldea de la provincia, por sus costumbres, por sus pasiones y por un sinnúmero de pequeñeces y de miserias.... ¿Está usted vengándose de ? Líbreme Dios de semejante tentación. Es que no veo yo un motivo para que de repente se cambien nuestras costumbres, como usted lo asegura.

Señores, les respondió, líbreme Dios de robar en mi vida á vuestra hermosa Misuf, que es antojadiza en demasía; y á ese Cletofis no le he asesinado, sino que me he defendido de él, porque me queria matar, por haberle rendidamente suplicado que perdonase á la hermosa Misuf, á quien daba desaforados golpes.

Y la expresé mi desdén, mi desprecio: «¡No es cierto! ¡Tiene usted miedo! ¡Es usted cobarde!...» Ella asintió: «; soy cobarde: el arma está allí, la mano me tiemblaYo tomó el arma, se la alcancé: «Llame usted a su valor, si todavía lo tiene, si jamás lo ha tenidoElla juntó las manos suplicante: «¡Máteme usted, líbreme usted!...» Mi desdén aumentaba ante tanta cobardía.

Líbreme Dios de meterme en embrollos y en obscuridades; que no soy yo cortesano de los que hoy se usan, ni mis consejos serían para seguidos; y pues mejor es no aconsejar que aconsejar al aire, dejadme ir á donde mis consejos se oyen y aprovechan, y no me queráis aquí; que en cuatro días que hace que en esta última vez en la corte ando, han sucedido cuatro mil desgracias.

Don José no se atrevió a chistar; Pepe soltó una carcajada. ¡Qué fuerte te da! ¡Esta es una familia podrida! prosiguió el cura así estáis, así os veis, necesitados, pobres, desamparados, dejados de la mano de Dios; , trabajando en esa imprenta como un gañán, y Vd. ¡Hijo mío, líbreme Dios de suponerle tan mezquino que sea capaz de castigarme con reuma por ser progresista!

Mi madre no puede venir, porque le tiene miedo al mar; pero traeré a mi hermana, que es guisandera fina, y malo será que no coloque a mi cuñado y carrera a los sobrinos... ¡Señor, que así sea! Quedó indeciso y silencioso, como si agitasen su cerebro nuevas e inesperadas ideas. Líbreme el Altísimo de un engaño dijo ; pero yo pienso, don Fernando, que nosotros en América somos algo.

Esto, sin ofender a nadie en particular; líbreme Dios. No hay viajero peninsular que al recordarle a Sarrió no afirme lo mismo con más o menos energía, según la índole de su temperamento.