United States or Morocco ? Vote for the TOP Country of the Week !


Las costumbres del Anay, terrible insecto para el indio filipino, son en extremo curiosas y dignas de ser conocidas por el colono peninsular, contra cuyos horrorosos estragos ha de adoptar gran número de precauciones.

"Los españoles filipinos lo son en dos maneras: unos son descendientes inmediatos de españoles, descienden de españoles filipinos o también hijos de madre filipina y padre peninsular." "Tienen por desgracia muchas de las malas cualidades del español y el indio, y carecen de la docilidad de carácter que en éste se observa, y de la nobleza e hidalguía característica de aquél.

Yo pertenezco a la burguesía y que si ella muestra a la plebe crédula un paraíso distante, de goces inefables, es para apartar la atención de sus cofres repletos y de la abundancia de sus sementeras. Después, más inquieto, hice decir millares de misas, rezadas y cantadas, para desagraviar al alma errante de Ti-Chin-Fú. ¡Pueril desvarío de un cerebro peninsular!

La distancia no debe ser óbice que amengüe el entusiasmo despertado con sus hechos por el soldado de Filipinas. Pues tanto allí como en la madre patria, el pecho del español filipino, como el del español peninsular, es santuario donde se rinde culto cariñoso y entusiasta á la nación. Reseña Histórica

El rehuir la enseñanza del idioma patrio y las trabas puestas á la radicación del elemento peninsular son los dos grandes borrones de la Administración de España en Filipinas, constituyendo formidable barrera interpuesta entre el europeo y el indígena, imposibilitados de fraternizar sin mediadores tan poderosos como son la comunidad en la familia y en el idioma, cuando la unidad de creencias religiosas estrecha la distancia de dos pueblos tan profundamente identificados, á pesar de la enorme distancia etnográfica con que la naturaleza les ha separado.

Pero la ciudad, sintiendo la atraccion del rio y su valle, ha derramado en cierto modo sus edificios y sus extravagantes callejuelas sobre uno de los flancos de la colina peninsular, y descolgándose así por medio de un barrio suspendido sobre el abismo, casi aéreo, en que cada casa parece un relieve del peñasco calizo, el barrio del Auge, Friburgo ha llegado al fin, asentada sobre su roca y con la cabeza en las colinas secundarias, á sentar un pié sobre las playas del Sarina; creando así el barrio moderno y de la industria, la Villa-nueva.

Y lo gracioso fue dijo Maltrana que el indio, en casi todos los países de América, en vez de irse con la revolución, que lo compadecía y ensalzaba, se mantuvo aparte de ella o defendió hasta el último momento al rey, formando en los ejércitos monárquicos, donde por cada soldado peninsular había cuarenta o cincuenta de color.

Las vírgenes negras de España, inexplicables para la devoción peninsular, se reprodujeron en América, con gran entusiasmo de la gente de color. Y todo este pasado vive ennoblecido e indiscutible bajo una pátina de siglos que lo hace cada vez más venerable. Créame, Maltrana. Al llegar allá, enfunde su burla y procure no hablar de religión, si es que busca apoyo en las damas.

Causa un verdadero placer, mezclado de curiosidad, la rápida inspeccion, en las estaciones del ferrocarril, de aquellos grupos de labriegos encantados al oir el prolongado silbido de la locomotiva, que les ha sorprendido en sus hábitos moriscos y su ignorancia peninsular.

Fuera del consumo local, que no debe ser insignificante, exportó en el año 89, 12.500.000 pesos en azúcares, más de 14 millones en abacá, 2.500.000 en café, más de 3 millones en tabaco y cerca de 500.000 en cocos; es decir, que casi su total exportación, ó sean más de 30 millones de pesos de los 35 á que ésta se eleva, tienen su origen en la agricultura; y como quiera que el chino no se dedica á las faenas del campo, y la emigración peninsular tampoco aporta esta clase de elementos, tenemos, que aquella raza tan vejada, el indio, que por no prestarse á las indignas explotaciones que de él requiere el ignorante, incapaz de apreciar los sanos preceptos de la colonización española, después de cubrir todas sus necesidades, lanza al exterior enormes cantidades de los apreciadísimos productos de su suelo.