United States or Mozambique ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y aun el mismo Mustafá, mírele usted echado entre nosotros y mirándole de hito en hito. A pesar de que es ya viejo no se ha olvidado de usted; no es usted para él una persona desconocida... ¿Ha ido a verle a usted el padre Ambrosio? No por cierto, y me hubiera alegrado mucho de verle. No se habrá atrevido... es tan tímido.

Y seguían detrás las dansetes, escuadrones de pillería disfrazada con mugrientos trajes de turcos y catalanes, indios y valencianos, sonando roncos panderos e iniciando pasos de baile; las banderas de los gremios, trapos gloriosos con cuatro siglos de vida, pendones guerreros de la revolucionaria menestralía del siglo xvi; la sacra leyenda, tan confusa como conmovedora, de la huida a Egipto; los Pecados capitales, con estrambóticos trajes de puntas y colorines, como bufones de la Edad Media, y al frente de ellos la Virtud, bautizada con el estrambótico nombre de la Moma; los Reyes Magos, haciendo prodigios de equitación; heraldos a caballo; jardineros municipales a pie, con grandes ramos; carrozas triunfales, todo revuelto, trajes y gestos, como un grotesco desfile de Carnaval, y alegrado por el vivo gangueo de las dulzainas, el redoble de los tamboriles y el marcial pasacalle de las bandas.

Pues aún no era esto lo peor: lo peor era que Anita, que tenía un temperamento linfático exhausto de sangre, gustaba de mantener viva y cargada incesantemente, hasta en los días templados, la chimenea de su gabinete; merced a esto y al cuidado con que se cerraban todas las puertas y rendijas, aquella habitación era un horno; en ocasiones la atmósfera se ponía casi irrespirable; el coronel y el catedrático, que eran obesos y sanguíneos, sudaban gotas de tinta y estaban expuestos a una congestión; pero el ex-gobernador y tío Manolo, lejos de compadecerles, se complacían muy mucho en aquel tormento, y hasta se hubieran alegrado quizá de un amago de apoplejía que les impidiese salir de casa por las noches.

3 en el decacordio y en el salterio, en tono suave con el arpa. 4 Por cuanto me has alegrado, oh SE

Ponía singular atención doña Lupe a la voz del sietemesino, y se hubiera alegrado de oír algo estupendo, categórico y que se saliera de lo común; pero no podía distinguir bien los conceptos, porque la voz de Maxi era muy apagada y parecía salir de la cavidad de una botella.

Aresti sonreía ante la solicitud de acólito respetuoso con que mimaba á Sánchez Morueta, adivinando sus antojos de enfermo; la rapidez con que le ofrecía una cerilla, apenas se apagaba entre sus débiles dedos el cigarro con que le había alegrado poco antes. Doña Cristina miraba al joven, que parecía indeciso, no sabiendo cómo iniciar la realización de algo que había prometido.

La creía digna de su amor, la amaba a pesar de su falta, como se ama a la mujer culpable o inocente por la que se es correspondido. Si hubieran ido con pruebas en la mano a decirle que la señora Chermidy no era digna de él, hubiera experimentado un sentimiento de angustia y no se hubiera alegrado de recobrar su libertad.

Me he alegrado mucho de verlo, porque tenía de ello una idea bastante exagerada; no me ha producido la extrañeza que yo me figuraba, según lo que había oído decir; antes al contrario, he sentido una impresión de compasión por aquellas gentes y, a la vez, de cuando en cuando, decíame a misma: He aquí la reunión de todas las artes, de todas las reputaciones y talentos, ¿y esto es lo que ha concedido la celebridad en todo el mundo? ¿nada más que esto?

Es también mi opinión, mi tío, díjele bajando los ojos con modestia. Ah ¡esa es tu opinión! Ya lo creo. Y la de mi cura y la de... Mas, aquí tenéis una carta que me ha dado el cura para vos, mi tío. ¿Y porqué no ha venido? No podía: algunas ceremonias religiosas le retenían en su parroquia. Lo siento; me hubiera alegrado mucho viéndole. ¿No tienes sombrero, sobrina? , tío; está en mi bolsillo.

La señorita Beaudoin se habrá alegrado de su accidente de usted, pues la habría reemplazado de mala gana... La verdad es que nuestra señorita Blanca está tan linda que da gusto verla... Si lo desea usted, no se prive de ir a verla, Marcial, mientras yo timbro el correo... ¿No quiere usted que la ayude? Es inútil; acérqueme usted nada más la mesa... ¡Ajajá! Ya tengo todo lo que necesito.