United States or Iran ? Vote for the TOP Country of the Week !


Me dieron sendos apretones de manos, que me hicieron ver las estrellas; y mientras volvían a sentarse, a mis ruegos, y me sentaba yo también a los de mi tío entre él y el señor Cura, continuó diciendo el primero, señalando al segundo: El señor don Sabas Peñas, párroco de este pueblo desde que cantó misa... ¡ya hace fecha! porque te advierto que no baja una peseta de los tres duros y medio... Se los llevo bien contados... Buen amigo, buen cumplidor de sus deberes, eso , y muy docto en latines de todas clases... y en poner una bala en el corazón de un oso sin que le tiemble el pulso... No se le conoce otro vicio.

Pareceos, hijos, que es gentil hazaña Que tiemble del Romano nombre el mundo, Y que vosotros solos en España Le aniquileis y echeis en el profundo? Qué floxedad es esta tan estraña? Qué floxedad? si mal yo no me fundo, Es floxedad nacida de pereza, Enemiga mortal de fortaleza.

Así, no es de extrañar que, contra toda reflexión, nuestro instinto se aferré con tanta fuerza a la vida; que, contra todo valor, tiemble la mano al empuñar el arma homicida, que, contra todo esfuerzo sobre la voluntad, ésta se resista y a pesar del valor se tenga miedo. ¡Ah!

El que vistió de nieve la alta sierra, De oscuridad las selvas seculares, De hielo el polo, de verdor la tierra, Y de fondo azul los cielos y los mares, Echó también sobre tu faz un velo, Templando tu fulgor para que el hombre Pueda los orbes numerar del cielo Tiemble ante Dios y su poder le asombre.

¡Tiemble el hombre que consigue la mano de una mujer, si al mismo tiempo no obtiene por completo todo el amor de su corazón!

Una mirada de Doña Blanca le confunde y aterra; una palabra de enojo de aquella terrible mujer hace que tiemble D. Valentín como un azogado. De suerte que Doña Blanca es quien ha decidido el casamiento de Clara con D. Casimiro. , tío; en esa casa Doña Blanca es quien lo decide todo. Ella manda y los demás obedecen. No se atreven á respirar sin su licencia.

Ya es tiempo de manifestar la dignidad del hombre. Ya no es necesario que tiemble a la orilla del abismo en donde su imaginacion se condena a si misma a sus propios tormentos, y en donde las llamas del infierno parece que impiden el acercarse.

La condesa pareció no escucharla y se puso de pie animada por un nuevo furor. En cuanto a la estúpida loca exclamó , en seguida tendrá su merecido. Voy a tratar de que no olvide este día; para que no se le vuelva a ocurrir el deseo de ver a mi enemigo. ; quiero que en adelante tiemble y tenga miedo al sólo oír pronunciar su nombre. Estas palabras le arrancaron a Marta un grito de desesperación.

La marea ha llegado a su mayor altura y no pasará de ahí. Mientras en este país tenga miedo la gente a decir lo que piensa, y se escandalice ante una idea nueva, y tiemble por lo que dirá el vecino, ríanse de las revoluciones, pues por muchas que estallen no les llegará a ustedes el agua a la boca. Don Antolín reía escuchando esto. Pero hombre, Gabrielillo, debes de estar loco.

El médico vino, después de aquella noche. El baile lo quiere Ana para sacudir los espíritus, para expulsar de las almas suspicaces la pena pasada, para que con el roce solitario no se enconen heridas aun abiertas, para que viendo a Lucía tierna y afable, torne de nuevo la seguridad en el alma de Juan alarmado, para que Lucía vea frente a frente a Sol en la hora de un triunfo, y como Ana le hablará antes a Juan, Lucía no tiemble. ¡Ana se va, y ya lo sabe!: ella no quiere el baile para , sino para otros.