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En substancia, y sin meterme ahora a sondar estas llagas de mi hacienda, que ya se hará también, resulta de este triste expediente que mis rentas hoy, reales y efectivas, no pasan de... doscientos sesenta... De trece mil duros mal contados interrumpió Simón, sabiendo que el duro era la unidad monetaria que usaba la marquesa en sus cálculos y libramientos.

Si consiguiese ablandarlo por medio de mis exhortaciones y de mis oraciones, pondria en el buen camino a un corazon noble que se encuentra escarriado, pero que todavia no esta perdido. Tu no me conoces. Mis dias estan ya contados, y mis acciones estan escritas en el libro del cielo. Retirate, tu permanencia aqui te seria perjudicial; retirate. ?Es una amenaza la que me anunciais?

Su vida en Los Ángeles, siguiendo los pasos de una muchacha millonaria, había disminuído considerablemente los contados miles de dólares que representaban todo su capital. Necesitaba lanzarse cuanto antes á un nuevo trabajo para no verse en la indigencia.

Pues el dicho trajo cola, y cola larga; porque aposentó en las mientes de Alejandro una idea que jamás había pasado por ellas. Nieves tenía entonces seis años cumplidos; Nacho, diez mal contados: cuando ella tuviera veinte, él tendría veinticuatro. De molde. Nieves era monísima, y llegaría a ser una arrogante moza; Nacho era guapo de verdad, y prometía ser un mozo gallardo. De perlas.

Yo catorce; pero me corresponden dieciséis; Fulano, que estaba por debajo de en la Ordenación de pagos, tiene ya veinte, y yo llevo diez años con catorce. Pues yo decía D. Basilio , cuando estaba en mi ramo, llegué a veinticuatro por mis pasos contados. Con este desbarajuste que hay ahora, no se sabe ya por dónde anda uno.

Verdad que ella hizo tanto caso de estos consejos como de las coplas de Calaínos; pero no dejaba de conocer que eran excelentes, y que debió al pie de la letra seguirlos. vii De aquel anciano chocho y que más bien parecía un niño, no podía la esposa de Rubín esperar ya ninguna protección ni amparo moral. Sólo en muy contados momentos lúcidos se revelaba en él un recuerdo vago de lo que había sido.

48 Los hijos de Neftalí por sus familias: de Jahzeel, la familia de los jahzeelitas; de Guni, la familia de los gunitas; 49 de Jezer, la familia de los jezeritas; de Silem, la familia de los silemitas. 51 Estos son los contados de los hijos de Israel, seiscientos un mil setecientos treinta. 52 Y habló el SE

35 desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de cincuenta años; todos los que entran en compañía, para ministrar en el tabernáculo del testimonio. 36 Y fueron los contados de ellos por sus familias, dos mil setecientos cincuenta.

42 Y los contados de las familias de los hijos de Merari, por sus familias, por las casas de sus padres, 43 desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de cincuenta años, todos los que entran en compañía, para ministrar en el tabernáculo del testimonio;

Tristán se había ido después de almorzar al café según costumbre. Clara en el comedor jugaba con su niño y éste con el perro. El niño había envejecido terriblemente desde la última vez que tuvimos el gusto de verle, que fue, si la memoria no nos es infiel, en el día feliz de su nacimiento. Podría tener ya unos diez y seis meses, mal contados. El perro era mucho más provecto.