United States or Burundi ? Vote for the TOP Country of the Week !


Allá, después de un buen cuarto de hora, cuando aún no estábamos a la mitad del camino, observé que Gloria me dirigió con el rabillo del ojo una rapidísima mirada, como si tuviese curiosidad de ver lo que yo hacía. No lo que pasó por . Sentime de pronto revivir, como un hombre medio ahogado a quien sacasen la cabeza fuera del agua.

Me espantó la idea de pasar en casa aquel día de lluvia, y sentíme al punto ansioso de ir a calentarme un poco a la de Federico Mistral, ese gran poeta que reside en Maillane, villorrio que dista tres leguas de mis pinos. Dicho y hecho: una estaca de ramo de mirto, mi Montaigne, una manta, ¡y al camino!

Para esto fué preciso abrir la ventana: en el momento que lo hice, aunque abrigado por ella, sentíme como envuelto en un torbellino, medio ensordecido por la horrible fuerza de un ruido parecido á un cañonazo, á varios cañonazos que sin interrupción hubiesen disparado en mis oídos.

Me levanté fuera de , y así una silla con resolución hostil; pero lord Gray permaneció tan impasible, tan indiferente a mi cólera, y al mismo tiempo tan sereno y risueño, que sentime sin bríos para descargarle el golpe. Despacio. Nos batiremos luego dijo rompiendo a reír con expansiva jovialidad . Ahora voy a declarar la causa de ese repentino enfado y anhelo de matarme. ¡Pobrecito de !

Sentí disminuirse mis fuerzas al hacerme retroceder unos pocos pasos más, dándonos el abrazo de muerte. En las tinieblas sentime asido por uno de mis compañeros y salvado, pero en ese mismo momento había recurrido a una vieja treta escolar, y girando súbitamente, de modo que mi adversario viniera a quedar en mi lugar, lo empujé hacia atrás, soltándome, al mismo tiempo, de sus garras.

Sentime en el colmo de la indignación. ¿De dónde podría salir esta gente, que no sabía lo que era el bridge? Creí que ante mis plantas se abría un abismo... ¡No, yo no podía aliarme con una familia tan... cualquier cosa! ¡Yo no podía quedar un instante más en una casa tan cursi! Por eso, sin contestar al anfitrión si era o no el bridge un juego de billar, me despedí bruscamente...

Predispuesto como estaba al enternecimiento, aquella escena me produjo una impresión viva. Despertaron en mi espíritu las dormidas emociones de la infancia, cuando mi madre me llevaba a confesar con fray Antolín el excusador. Sentime gratamente turbado y en la mejor disposición posible para llorar los pecados de mi vida y acercarme contrito al tribunal de la penitencia.

Sentí en su presencia mucha cortedad, gran turbación; sentíme sin ideas y sin palabra. ¿Qué vienes a buscar aquí? me dijo. Señora, he venido a Córdoba para afiliarme en el ejército del general Castaños, y sabiendo que Su Excelencia y apreciable familia estaban en esta población, he querido visitar a mi antigua y querida ama.

Estas apenas me intimidaban; pero al entrar en la clase de las mayores sentíme súbitamente desorientado, como si penetrara en un país desconocido, habitado por seres inquietantes; había allí, en esta clase, un extraño perfume, formado por mil perfumes; un aroma que se me subía a la cabeza.

Mi propia vida interior, cuando la externa no ofrece interés, basta para entretenerme. Sin embargo, sentíme ayer tarde acometida por invencible melancolía. «¿Qué hacerme dije . Y para combatir la murria, ocurrióseme ir a visitar a mi amiga Margarita, la viuda de Esquilón, en quien la sensibilidad y estado de ánimo constituyen siempre un divertido espectáculo.