United States or Ireland ? Vote for the TOP Country of the Week !


«En tal situación prosiguió Juan, hallándose ya en plena posesión de su tesis y con los cubiletes en la mano , yo te planteo el problema a ti... vamos a ver... Figúrate que eres hombre; figúrate que te encuentras delante de aquella infeliz mujer, que te pide socorro, una defensa contra la miseria y la deshonra, y al verla delante, te reconoces autor de todas sus desdichas, porque la perdiste, porque de ti le vienen todos sus males.

¿Conque no parece el niño? ¿Cuándo le perdiste de vista durante la batalla? me preguntó. Señora, desde la gran carga que dimos sobre el ala izquierda de los franceses dejé de ver a D. Diego. Yo creí que estuviera entre los heridos; pero no está. ¿Todos los muertos han sido recogidos del campo de batalla?

Eres un hombre mimado por la fortuna. Naciste rico, inteligente, dotado de buena figura, y aunque perdiste temprano a tus padres hallaste en tus tíos un afecto parecido y una vigilancia igual.

Ya quien eres, cristiano, Tu virtud, valor, y suerte, Y que presto has de verte En el patrio suelo Hispano. Esta Silvia es tu muger? Si señor. Y adonde ibas Quando en las aguas esquivas Perdiste todo el placer? Yo te lo diré, señor, En verdaderas razones. De otro Rey y otras prisiones Fui yo esclavo, que fue amor.

El viejo, siempre severo, volvió a ocupar su asiento, y, ya sentado, dijo: Tienes razón: no eres cristiana. Por diez rublos perdiste tu cuerpo y tu alma. ¡Hay viejos que dan más de diez rublos! replicó, en defensa de Karaulova, su amiga Pustochkina . No hace mucho estuvo en casa un viejo muy respetable... como usted... El público soltó la carcajada.

¡Pobre consuelo el mío; el de juntar de tu fecundo númen las frases que leer no puedo en calma e imprimir con mi orgullo este volúmen en el que van pedazos de tu alma! ¡Ah, si saber te es dado lo que pasa en el mundo que perdiste verás el fuego con que se te ha amado, pues desde el día horrible en que partiste, el dolor de los tuyos no ha cesado!

Hijo, ¿y por eso abatido al dolor te rindes ciego? ¿Perdiste el valor y el fuego con la sangre que has perdido? ¿Lloras?... Mas dime, ¿qué ha sido del valor que yo sentia cuando tus cartas leía ansioso y entusiasmado? ¡Ay, padre! ¡Es que me ha olvidado la mujer que yo quería!

Barbarita se echó a reír con donaire. «Pero qué, ¿os han dado otro timo?». Quia; ahora no. Este es auténtico... este es de ley; no tiene hoja, como el otro, por quien perdiste la chaveta. ¡Bah!, no quiero oírte... repuso Barbarita con humor festivo, y se separó de ellas para ir presurosa a la iglesia. Oye... mira dijo Guillermina llamándola... Cuando salgas, date una vuelta por las tiendas.

La facilidad, la precisión, la soltura del verso... Por ejemplo, los que sepan jugar al tresillo, el rey de los juegos y el juego de los reyes, apreciarán la extraordinaria exactitud de los siguientes, tomados de una composición de Gutiérrez González, la Visita: Yo perdí este solo de oros El más grande que se ve: Seis de cuatro matadores Rey de copas, cuatro y tres; Por consiguiente, dos fallos... ¡Pero hombre, no puede ser! ¿Lo perdiste?... Lo perdí. ¿Por mal jugado? ¡Tal vez!

Aquellos condenados nos llevaron a Inglaterra, no como presos, sino como detenidos; pero carta va, carta viene entre Londres y Madrid, lo cierto es que se quedaron con el dinero, y me parece que cuando a me nazca otra pierna, entonces el Rey de España les verá la punta del pelo a los cinco millones de pesos. ¡Pobre hombre!... ¿y entonces perdiste la pata? le dijo compasivamente Doña Francisca.