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Para usted será el perfume fugaz respirado al paso y al que no se mezclará ninguna amargura, y más adelante, cuando seamos viejos, muy viejos, si el malicioso azar nos reúne, tendremos la impresión fugitiva, pero exquisita, de haber sido el uno para el otro menos que nada y más que todo.

He aprendido en la escuela del dolor que toda dicha, toda felicidad es pasajera, fugitiva y efímera. Te amo y te amaré hasta la hora de morir, ¡hasta después de la muerte!

Allí había un libro mejor que el que jamás podré escribir, que se me iba presentando hoja tras hoja, precisamente como las llenaba la realidad de la hora fugitiva, y que se desvanecían con la misma rapidez con que habían sido escritas, porque mi inteligencia carecía de la profundidad necesaria para comprenderlas, y mi pluma de habilidad suficiente para transcribirlas.

El tren rodaba entre las sombras con la rapidez del viento, lanzando la locomotiva de cuando en cuando sus silbidos agudos que no despertaban eco en la llanura; y yo, mientras que los demas viajeros dormían á mi lado, fumaba con deleite, dejando vagar mi espíritu en un torbellino de recuerdos de amor y de cavilaciones sobre el porvenir del hombre, al mismo tiempo que, hundiendo la mirada en la sombra interminable que cubría la campiña, buscaba en su seno alguna luz fugitiva ó alguna otra sombra mas pronunciada y vigorosa producida por un edificio destacado aqui ó allá cerca del camino.

La señora Morfeo había pasado todo el día buscándola, sin hallar traza que pudiera ayudar al descubrimiento de la fugitiva. Arístides fue llamado como presunto cómplice, pero aquel honrado muchacho consiguió convencer a la familia de su inmaculada inocencia.

Lejos de eso; a pesar de cierto fondo de escepticismo, su alma era susceptible de ímpetu espontáneo, de súbito desinterés y de efímero entusiasmo, de donde brotaba una emoción fugitiva, una sensibilidad superficial bastante para dar la ilusión de un corazón tierno y generoso donde no había en realidad más que un manojo de nervios.

Aumentaba la ruidosa protesta con estas fugas. «¡Señor presidente! ¿Era que estaba ciego su señoría?...» Comenzaban a caer en el redondel botellas, naranjas y cojines de asiento en torno de la bestia fugitiva. El público la odiaba por cobarde. Una botella dio en uno de sus cuernos, y la gente aplaudió al certero tirador sin saber quién era.

Tal vez no sería yo una buena esposa, y puedes y debes ser amado de quien sea digna de . La ilusión engaña; la esperanza es una sirena que nos atrae a los abismos. ¿Estás seguro de que el amor que me tienes no es una impresión fugitiva? ¿Verdad que no? Empiezas a vivir, eres un niño, y no sabes que los afectos son efímeros.

Salid, Esposo ofendido, A recibir esta esclava, De vuestro amor fugitiva Y de sus culpas errada. Esta ovejuela perdida, Que buscastes entre tantas, Acoged, que ya llorosa Por vuestros apriscos bala.

Nelson, herido mortalmente en mitad del combate, según después supe, por una bala de fusil que le atravesó el pecho y se fijó en la espina dorsal, dijo al capitán Hardy: «Se acabó; al fin lo han conseguido». Su agonía se prolongó hasta el caer de la tarde; no perdió ninguno de los pormenores del combate, ni se extinguió su genio de militar y de marino sino cuando la última fugitiva palpitación de la vida se disipó en su cuerpo herido.