United States or Angola ? Vote for the TOP Country of the Week !


Prosiguiendo yo en mi manía de ver versos en todo, hasta en la fiesta de los judíos, me acordé de un epigrama de D. Narciso Serra, que mis lectores no podrán comprender, sin cuatro palabras que expliquen el caso.

El soneto fué muy aplaudido de toda la Academia, diciendo los más noticiosos della que parecía epigrama de Marcial, o en su tiempo compuesto de algún poeta que le quiso imitar, y otros dijeron que adolecía del Doctor de Villahermosa, divino Juvenal aragonés, pidiendo el Conde de la Torre a don Cleofás y al Cojuelo que honrasen aquella junta lo que estuviesen en Sevilla, y que dijesen los nombres supuestos con que habían de asistilla, como se usó en la Corusca y en la academia de Capua, de Nápoles, de Roma y de Florencia, en Italia, y como se acostumbraba en aquélla.

V. La Egloga á la muerte de Doña Isabel de Urbina, por D. Pedro Medina de Medinilla, entre las poesías que siguen á La Filomena, y el verso citado antes, de la Egloga á Conde, cuyas palabras, hasta que en Alba fué mi noche obscura, se explican y completan mutuamente. Así se deduce de un soneto y de un epigrama latino, que se encuentran en Las Rimas, de Lope de Vega.

Y si bien se mira, hasta los ediles de otros tiempos no solían ser desinteresados cuando se descolgaban con ellas, porque, ó se parecían á aquel señor Robres del epigrama, que hizo á los pobres antes de hacer el hospital, ó bien derrochaban el dinero para satisfacer la ambición, ganándose el favor de la muchedumbre y comprando sus votos.

Chica, has soñado con algún príncipe ruso. Las de Ferraz, que ya estaban allí, rieron la gracia, fingiendo no encontrarle malicia. Los demás callaron, sorprendidos ante la audacia. Emma no vio el epigrama; Bonis tampoco.

Miquis había hecho del buen litógrafo infinitas definiciones. Era, según nuestro amigo, un tonel con marca de alcohol y lleno de agua; un oso torcaz; una hidra sin hiel; un alfiler guardado en la vaina de un sable; un cardo con cáliz de azucena; un gorrión vestido de camello, y un epigrama escrito en octavas reales.

Ora se pone uno á reir, ó se encanta imaginando risueños pasatiempos, al ver creaciones de Velázquez, ese crítico de pincel, donde el espiritualismo burlon se revela en cada pincelada; donde cada sombra es un pensamiento, cada rasgo un epígrama y cada golpe de luz ó de colorido da la imágen de una sonrisa, de un retozo, de un chiste sarcástico.

Su nariz no era larga ni chata, ni muy regular ni muy irregular; su boca no era ni grande ni chica; contra sus dientes no podía lanzar nadie un epigrama, pero tampoco, sin hipérbole, podía compararlos con las perlas.

Muchas veces en los documentos de la España árabe se hace mencion de bibliotecas, que no eran sino una coleccion completa de los libros sagrados del viejo y nuevo Testamento, ó propiamente hablando biblias: y de esta especie eran la biblioteca que el conde Adulfo costeó para la iglesia de S. Acisclo, segun se colige del epigrama primero de Cipriano, arcipreste de Córdoba, y la famosa del presbítero Leovigildo que celebró en una larga é ingeniosa composicion poética Alvaro Cordobés.

Hablaban de la reina...primores; ponían al ministerio de vuelta y média, ó descargaban su hilaridad epigramática y sus terribles censuras sobre el Capitán general, el Gobernador, el Obispo ó el primer personaje que hallaban á la mano. Es realmente rara la facilidad y el chiste con que el pueblo español maneja el epigrama y sabe aplicar un refrán en toda oportunidad.