United States or Tajikistan ? Vote for the TOP Country of the Week !


Ágil ó indolente, hinchando su globo nacarado y matizado de azul y púrpura, arroja por medio de sus dilatados cabellos de un azur siniestro, cierto veneno sutil que abate cuanto toca. Aunque menos temibles, tampoco perecen los velelos, los cuales tienen la forma de almadía. Su pequeño organismo es algo sólido; y saben navegar, voltear al viento su vela oblicua.

Este capitan, como cosa perdida, arroja ó desembarca la gente que iba á poblar, media legua dentro del Estrecho, pierde una embarcacion, no deja mas resguardo ni auxilios á Sarmiento que un bagel pequeño para el socorro de aquellas gentes en tan remotas distancias y parages, cuyos terrenos en mucho tiempo no podian producir frutos para su conservacion y subsistencia.

Huérfana de madre, vive en poder de su padrastro, menestral rudo y feroz, borracho casi siempre, que maltrata de palabra y obra á la niña, le da mal de comer y la obliga á trabajar de continuo. Hannele llega al extremo de la desesperación, y en horroroso delirio se arroja á un estanque, buscando la muerte.

Después de esta catástrofe experimenta la causante de ella remordimiento de conciencia; descubre la verdad, y se arroja á la calle desde el balcón; Fernán Ruiz, entonces, con el corazón traspasado, se acusa ante el Rey de su crimen, y le ruega, convocado un tribunal compuesto de nobles, que lo condene á muerte.

El cura, apenas hube acabado de pronunciar las últimas palabras, me clavó una mirada despreciativa y, extendiendo la mano hacia la puerta, dio con los dedos dos o tres castañetas y produjo con la lengua ese sonido particular con que se arroja a los perros de los sitios donde estorban. Me levanté estupefacto, el rostro encendido de vergüenza y de ira.

El insensato dice: «¿qué me importan á esas cuestiones?» y se arroja al rio sin mirar por dónde. aquí al indiferente en materias de religion. El indiferente y el género humano.

«Es preciso averiguar si realmente ha muerto Rumblar... ¿Entrará al fin Inés en la familia de su madre? ¿La perderé para siempre? ¿Debo reírme de mi necia y ridícula aspiración? ¿Un hombre como yo puede subir a tanta altura? ¿La misteriosa obscuridad de los tiempos venideros ocultará alguna cosa que destruya este nivel espantoso? ¿Puedo esperar o resignarme desde ahora, bendiciendo la mano de la Providencia que me arroja en el polvo de donde nunca debí intentar salir

Ademas, una cocina con su chimenea de 29 metros que arroja el humo en medio del bosque superior, un refectorio, una gran sala, sacristía, dos gabinetes, varias celdas, algunas ventanas que dan vista al enorme abismo y las campiñas circunvecinas, una caballeriza, en fin un sótano donde se encuentra un manantial de agua deliciosa. Qué de trabajo empleado allí!

Una guerra deplorable, por un lado, cuyo término no se entrevó aún, ha llevado la desolación a las costas del Pacífico hasta el Ecuador. La patria de Olmedo es hoy el teatro de una de esas interminables guerras civiles cuya responsabilidad solidaria arroja el espíritu europeo sobre la América entera.

Después de esta explicación, que arroja de repente clarísima luz sobre todos los sucesos anteriores, sigue una catástrofe de un efecto sorprendente, Don Mendo y Violante intentan penetrar en la cárcel de Don Lope para libertarlo; la última acaba de saber, de los labios de su padre, que su amante es su hermano, y esta noticia, si bien llena su alma de horror, acrece por otra parte su deseo de libertar al preso.