Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 3 de mayo de 2025


Y sin embargo, la pobre hilandera, al llegar cerca de allí, deteníase indecisa, temblorosa, como las heroínas de los cuentos ante la cueva del ogro, dispuesta á meterse á campo traviesa para dar vuelta por detrás del edificio, á hundirse en la acequia que bordeaba el camino y deslizarse agazapada por entre los ribazos; á cualquier cosa, menos á pasar frente á la rojiza boca que despedía el estrépito de la borrachera y la brutalidad.

Así lo quiere la divina voluntad, de la que es reflejo este querer mío, que os parece brutalidad caprichosa, porque no entendéis, no, de las grandes empresas del espíritu, pobres ciegos, pobres locos... Don Salvador, por la Virgen, no se enfade usted. Yo no soy mala... Máximo es bueno... Usted lo sabe... los tíos lo saben... ¡Que no debí venir aquí sola...! Bueno... Volveré a casa.

Freya gemía con los ojos cerrados, sin salir de su inercia. El marino, ceñudo, ajado por la cólera, con una fealdad trágica, siguió inmóvil, mirando torvamente á la hembra caída. Estaba satisfecho de su brutalidad; había sido un desahogo oportuno; respiraba mejor. Al mismo tiempo sentía vergüenza. «¿Qué has hecho, cobarde?...» Por primera vez en su existencia había pegado á una mujer.

Era un cerro desnudo y esbelto, brillando al sol como una placa de metal bruñido; una garganta, estrecha y sombría como una profunda herida de estileto en el corazón de la montaña; una cascada cayendo de golpe de una altura enorme, sin gracia y sin majestad, con una brutalidad feroz; un río corriendo silencioso y libre a cien metros bajo mis pies, en el seno de un cauce inmenso, de orillas torturadas por el torrente pasado, o por fin, un valle muerto y helado, sin una planta, sin un arbusto, sin un eco.

Dominante unas veces hasta la brutalidad, otras incisivo y cruel y casi siempre egoísta, hacía recordar a Elena la paciente dulzura de su marido, aquella galantería nunca desmentida, aquella protección paternal que tanto calor daba a su corazón. Elena no era mujer de pasiones ardientes; poseía un temperamento infantil; la gran necesidad de su vida era la de ser mimada.

Desfilaron gentes del buque: grumetes que hacían su primer viaje, fogoneros de larga navegación por los mares septentrionales que no habían estado en el hemisferio Sur. Y los encargados del bautizo extremaban sus bromas con una brutalidad confianzuda en las cabezas rapadas y los torsos desnudos de estos que eran sus compañeros.

¡Pobre país! dijo el extranjero . ¡Cuánta brutalidad! ¡Cuánto absurdo! ¿Se acuerda usted del pobre Haussonville que conocimos en Estella? . Murió fusilado. ¿Y del Corneta de Lasala y de Praschcu que fueron de los que nos persiguieron cerca de Hernani? . Esos dos habían salvado al cabecilla Monserrat de la muerte. ¿Sabe usted quién los ha fusilado? ¿Pero los han fusilado?

No crea usted que era una de esas mujerzuelas borrachas y embrutecidas, que es el papel que en las novelas se reserva siempre a la hembra del verdugo. Era una moza de mi pueblo, con la que casé al volver del servicio. Tuvimos un hijo y una hija; pan poco, miseria mucha, y ¿qué quiere usted? la juventud y cierta brutalidad de carácter me llevaron al oficio.

El cuadro se ofrece allí con una pasmosa energía, presentando á la sociedad de Lóndres como uno de esos suntuosos palacios, entre cuyos bajos relieves, mármoles, cornisas doradas y preciosos mosaicos se complace la brutalidad de los ociosos en trazar caricaturas y mamarrachos con carbon, ó pegotear inmundicias de todo género.

Cuando lo crea necesario, haré lo que me dicte mi conciencia. Acercósele entonces Pepe y, poniéndole duramente la mano sobre el hombro, entrecortadas las palabras por una risa que era toda ira, repuso: ¡Líbrete Dios de semejante brutalidad! ¿Lo entiendes? No respondería de . Papá sufriría una emoción que acaso le costara la vida... y podría olvidárseme que eres mi hermano.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando