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Sin embargo, en estos últimos tiempos he temido muchas veces caerme en la calle. ¿Tose usted? Hace un mes que tengo una tosecilla seca, y el lunes he esputado un poco de sangre. Me alarmé bastante y fui a consultar con un médico que conocía... ¿La sangre vino en forma de vómito o mezclada con saliva? Nada más que un poquito entre la saliva. Antes, ¿no había usted consultado?

No anda, se traslada; y no gesticula, no mira, no tose, no ríe, no vuelve la cabeza, aunque detrás de ella tiren cañonazos. ¡Por nada del mundo comería delante de gente!..... Esto último, sobre todo, le parece consecuencia precisa de su buena crianza y de su recato inexpugnable. ¡Y las hay realísimas mozas, y que se componen que da gusto!..... Pero es ver una imagen vestida.

Cuando se han sentado en las piedras permanecen un rato en silencio; luego, tal vez uno tose; otro levanta la mano y golpea con ella abierta la vuelta del cayado; otro apoya los brazos cruzados sobre el bastón e inclina la cabeza pensativo... Estos viejos han visto sucederse las generaciones; las casas que ellos vieron construir están ya viejas, como ellos.

, en efecto, gran algazara, y, al tender la vista por el taller, observo que todos los rostros están vueltos hacia , sonrientes; que se agitan las manos, imitando mis ademanes, un poco descompasados; que se tose, y se estornuda, y se ríe, y se patea. Esta noche pase uté por casa. Vivo en Triana, calle de San Jasinto. Pregunte uté por el corral de la Parra me dijo Paca cada vez más agitada.

Lleva unas botas blancas de verano, pero están muy estropeadas; el traje es de verano también, y la chaqueta, abrochada y subida, oculta el cuello juntamente con un pañuelo de seda. Estamos ya a principios de invierno, y este viejo debería llevar un traje de abrigo; pero no lo lleva. Y por eso, sin duda, tose pertinazmente, inclinando su cuerpo flaco, poniéndose la mano delante de la boca.

Pero mientras bosteza, tose, fuma y piensa en las piruetas y en las piernas de Pepay, vamos á decir algo sobre este elevado personaje para que se comprenda la razon por qué el P. Sibyla le propuso para terminar tan espinoso asunto y por qué le aceptaron los del otro partido. Por lo demás, mal ninguno resultaba de ello y la previa censura no se inquietaba.

Entra en la tribuna de la prensa y se sienta con mucho cuidado, levantándose el gabán, sosteniendo en alto el sombrero. Y luego se pone a mirar hacia allá abajo y tose de rato en rato... Yo creo que este viejo oye atentamente todo lo que dicen; pero no lo oye. ¿Cómo lo ha de oír si es sordo? Entonces, ¿para qué viene?

Aquél se volvió repentinamente hecho una furia, y sujetándole con fuerza por la muñeca, le dijo al oído con acento rabioso: Oiga usted, señor majadero: a no me tose usted ¡ni en cuarto grado de tisis! ¿lo oye usted? Don Rosendo, como hombre correcto y muy práctico en estos asuntos de honor, no dijo nada en aquel momento.

¡Chico, quién te tose ahora!... le dijo el de los caracoles, la palabra dulce, el mirar terrorífico . Y es preciso que me des pronto una razón: ¿me cedes o no me cedes tu negocio? ¡Buena se puso mi mujer cuando le propuse no trabajar más! Creí que me mordía y que me sacaba los ojos.

El médico, si anda a compás, tose sin medida, y ya por este son le hubiera yo conocido. Pues si él no es, será el notario Candurgo, cristiano viejo venido de Berbería. No será él, pues a serlo, vendría entonando algún buen salmo, para probar que sabe latín y que es de los buenos y añejos. Pues, diablo, será el sacristán, tercera autoridad y persona grave del pueblo.