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Cristóbal Santiago Ortiz, Valdés, Sánchez, Pedro Cebrián, Melchor de León, Porras, Santander, Miguel Ramírez, Cristóbal, Cintor, Jerónimo López, Juana de Villalba, Micaela de Luján, Ana Muñoz, Jerónima de Burgos, Polonia Pérez, María de los Angeles y María de Morales.

En otro tiempo habia alguno de esta nacion en el distrito de Buenos Aires, á las orillas de los rios Lujan, Conchas y Matanza, pero ya no los hay. Sus caciques eran Mugelup, Alcochorro, Galeliam y Mayú.

Pero, poco despues de haber aceptado el cargo, fué acusado de rebelion contra Mendoza: por lo cual, mandó á cuatro capitanes, que fueron; Juan de Oyolas, Juan Salazar, Jorge Lujan y Lázaro Salazar, le matasen á puñaladas y le sacasen á la plaza, para que todos le viesen muerto por traidor: y publicó bando con pena de muerte, para que ninguno se alborotase por causa de Osorio, porque le sucederia lo mismo que á él.

Prosiguieron la marcha, y á la noche llegaron á la villa de Lujan, y reputaron haber andado este dia 50 y media millas por el S, 86° 50' O corregido. Este dia llegaron á la Guardia de Lujan, y tuvieron que demorarse para reemplazar el eje del coche que se quebró. El arroyo, del cual toma la Guardia el nombre, desagua en el rio Paraná, en el Rincon del Chanchillo, ó estancia de Campana.

Reflexionemos: pongamos ochocientos por todo esto, mil por la imagen de plata maciza de la Virgen de Luján... la Santísima Virgen ha de perdonármelo... bueno, mil, hemos dicho, y ochocientos, son mil ochocientos; el relicario con esmeralda, que tengo en el cajón de la cómoda... ¿cuánto me darán por el relicario? ¿doscientos? pues, ya hay dos mil nacionales... ¡Ah! y cien que me quedan del mes, son dos mil cien. ¿De dónde sacaré el resto? ¿Pablo? me consta que no tiene nada, porque su mensualidad me la entrega íntegra... ¡Que la Virgen de Luján me ayude! y si es más de tres mil nacionales, veremos; hasta mañana a las doce, hay tiempo...

Refugiado en un rincón, oculto como quien está allí de limosna, entre una reducción de la estatua de Byron, presentada en Turín por Pozzi, y una arca tallada del siglo VI, que decían haber pertenecido a Isabel la Católica, había otro caballete pequeño; allí pintaba Paquito Luján, callado siempre, taciturno, tímido y receloso, bajo la dirección también de Celestino Reguera, que hallaba realmente en el niño las disposiciones artísticas que faltaban a la madre.

Al salir de la Villa de Lujan se encuentra un rio que lleva su nombre, con una puente de madera, que tiene 31 pasos de largo, y 10 de ancho. De la estancia de D. Pedro José Piñeiro al paso del Rio de Arrecifes hay 5 leguas, que corre al O 6° NO.

Una mañana en que había llegado a la comisaría, y me disponía a salir con el tercio en que formaba, para ir a hacer mi monótono servicio de bocacalle, allí frente al almacén de doña Petrona, en la esquina de Luján 25 y Defensa donde puede decirse que no tenía más misión que proteger los intereses de los comerciantes ambulantes contra las travesuras de los estudiantes de medicina y de derecho que, avecindados en aquel barrio, lo constituían casi en una mitad que el oficial escribiente gritaba en medio del patio desmantelado, donde los ebrios recogidos en la noche anterior comenzaban a desperezarse, acostados en los rincones, teniendo por almohada las baldosas: ¡Agente Carrizo!..., ¡vaya al despacho del comisario!

Diligentes investigaciones de los señores Rodríguez Marín, Cotarelo, Rennert, Castro, han ilustrado después los amores con Micaela de Luján y otros sucesos de la vida de Lope, hasta el punto de que ya hoy tenemos derecho a decir que, por lo menos en sus rasgos fundamentales, la singularísima figura de Lope, libre de las vendas y bálsamos con que la amortajó Montalván, se alza llena de vida ante nuestros ojos.

En uno decía: «Pedazo de la cogulla del venerable siervo de Dios fray Alonso de Luján, muerto en olor de santidad en su convento de Talavera de la Reina, a los 23 de enero de 1590». Y a renglón seguido, con la candorosa arrogancia de los magnates de aquella época, firmaba sencillamente: Doña Catalina. ¡Ya! exclamó Currita muy admirada . ¡Con que esto era de aquel!...