United States or Kiribati ? Vote for the TOP Country of the Week !


Un consejo no es eficaz ni sirve para nada si la persona que lo ofrece no se coloca en las circunstancias de aquella otra que ha de recibirlo. La casamentera nunca se percata de esta condición indispensable en todo consejo. Y aun asimismo, aun colocándose en estas circunstancias, es difícil el acierto, pues como dice Byron «rara vez sucede que de un buen consejo resulte algo bueno».

Ahí está Byron con su numeroso cortejo de desgraciados, a quienes el mundo no comprende, almas doloridas, corazones que destilan sangre y versos lacrimosos. Y por último, vivo está todavía, por dicha nuestra, el egregio autor de las Orientales y la Hojas de Otoño, y viva también una gran parte de sus discípulos, cuyos trinos y gorjeos escucha el mundo con placer.

Yo desprecio su sentencia, y en tus caricias y en tu amor soñando, sólo que me arrastras en pos tuyo, sólo que eres bella y que te amo. Nacida bajo el sol de Andalucía, bella, jóven, discreta... ¡Dios mio! ¡Cuántas cosas te diria si fuese yo poeta! Y áun sin serlo, mirándome en tus ojos, de inspiracion venero, á Byron y Petrarca diera enojos... si estuviera soltero.

Las ruinas de Poblet: un tomo, 4 pesetas. Poesías. BYRON. Poemas dramáticos, traducidos en verso por D. J. Alcalá Galiano: un tomo, 4 pesetas. El Solitario y su tiempo: dos tomos, 8 pesetas. Problemas contemporáneos: dos tomos, lo pesetas. CA

En su casa no sabían qué significaban aquellas ninfas, aquellos placeres alados, y aquellas canciones al vino. Moore se libró pronto de estos modelos peligrosos, y alcanzó fama mejor con los versos ricos de su Lalla Rookh y la prosa ejemplar de su Vida de Byron. Keats, el más grande de los poetas jóvenes de Inglaterra, murió a los veinticuatro años, ya célebre.

Era un manojo de nervios siempre vibrantes, y tenía tales ilusiones y rarezas que sus condiscípulos lo tenían por destornillado; pero su inteligencia fue vivísima y sutil, su cuerpo frágil se estremecía con las más delicadas emociones, y sus versos son de incomparable hermosura. Byron fue otro genio extraordinario y errante de la misma época de Shelley y de Keats.

Currita miraba atentamente desde su asiento al apuesto viajero, retrato de lord Byron, su héroe favorito, tipo adorable de hombre, según ella, cuyo magnífico busto desnudo, esculpido en mármol blanco, tenía en su boudoir siempre a la vista.

De lo que antes yo gustaba más, en la filosofía alemana, era del optimismo. El ser llorones se dejaba a los poetas exóticos, como Byron y Leopardi. En Alemania, ni los poetas siquiera eran quejumbrosos y desesperados. En el más grande de todos, en Goethe, celebro yo con singular contentamiento cierta alegría reposada y majestuosa y cierta olímpica serenidad.

El coche se detuvo al fin en el Boulevard des Capucines, ante el vasto pórtico del Grand Hôtel. El nuevo lord Byron pagó con esplendidez al cochero y subió ligeramente las gradas, topándose en la misma puerta con un viejo alto, con grandes patillazas blancas, que se dirigía a la calle arrastrando los pies.

Byron, basado en su prodigiosa semejanza con el lord poeta... Media hora larga debía de emplear Damián en ir y volver de casa de Pérez Cueto, y púsose Jacobo mientras tanto a formar en un papelito con las cartas de Garibaldi delante, una especie de croquis de las mentiras y enredos con que había de probar su inocencia al . Neptuno.