United States or Niue ? Vote for the TOP Country of the Week !


Los principios estéticos, en que fundo mis juicios, son los que he adquirido estudiando incesantemente, y con placer siempre nuevo, á los grandes poetas antiguos y modernos, así como los escritos de Schlegel, Tiek y otros maestros de crítica literaria. Este método ofrece la ventaja de ser comprendido fuera de Alemania, y por los que hablan otras lenguas.

Dígame usted, ¿sabrá usted hablar mal de los poetas y despreciarlos, aunque no los entienda; alabar las comedias por el lenguaje, aunque no sepa lo que es, o por el verso mas que no entienda siquiera lo que es prosa? ¿Pues no tengo de saber, señor? eso lo hace cualquiera.

Lo mismo decimos respecto á los demás poetas dramáticos de que tratamos ahora. Román Montero de Espinosa, capitán de tropas españolas en Flandes, en 1656 en Lombardía, nombrado en 1660 caballero de la Orden de Alcántara. Ambrosio de Arce, ó con su nombre completo Ambrosio de los Reyes Arce, muerto en 1661 en lo mejor de sus años.

Para poner de manifiesto lo contrario, bastará decir que si algun dia hubiese de escribirse el código del buen sentido práctico, es á los libros de los poetas adonde irian á beberse sus principios. El ser poeta no impidió á Solon ser el primer legislador de la antigüedad. El poeta Esopo representa la moral del sentido comun.

Ella, poniéndose muy colorada y más bonita desde la primera palabra que el tío pronunció, respondióle, algo cortada: ¿Y por qué no han de gustarme? Aunque criada en un lugar, no soy tan ruda. Basta con mirarte, hija mía, para conocer que no lo eres. Pero el que te gusten los versos no se opone á que puedan gustarte los poetas. Ya lo creo que me gustan. Fr.

Este que debe alabarse, y mátenle un fénix a quien sea su devoto, cuando tenga más necesidad de comer. Dios se lo perdone a Claudiano, que celebró esta necedad imaginada, para que todos los poetas pecasen en él.

Ahora bien, ¿qué opinaba el Lope de Vega, poeta erudito, que aspiraba a igualar la gloria de los más altos poetas clásicos, de la obra que atropelladamente iba creando el otro Lope de Vega, poeta popular?

Los personajes, si bien degeneran á veces en caricaturas, se distinguen, no obstante, por su vida y por sus rasgos gráficos de carácter, y en su desarrollo cómico pocos poetas podrán compararse en fecundidad con Rojas.

Alonso del Castillo Solórzano, escritor muy fecundo, que en el reinado de Felipe III, y en los primeros años de Felipe IV, vivió al servicio del marqués de los Vélez, virrey de Valencia, escribió, además de muchas novelas, algunas comedias, y entre ellas La victoria de Norlingen. Entre los poetas dramáticos españoles, merece también mencion especial el célebre conde de Lemos, virrey de Nápoles.

Nuestros autores dramáticos, que desde tiempo inmemorial la recompensaban en el último acto, decididamente le han suprimido las migajas del desenlace clásico y remunerador. Nuestros poetas lanzan contra ella imprecaciones que no tienen de original sino la grosería. En cuanto a nuestras novelas, sabéis hasta dónde brilla por su ausencia la virtud, cuando en ellas no es maltratada.