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Entonces, todo va bien. Se subió al herido durante este tiempo y la joven volvió cargada de fundas de almohada, sábanas, mantas.... Sería preciso tratar de averiguar con quién nos las habemos, sin embargo, dijo la señorita Guichard, con un resto de desconfianza; porque, al fin, le hemos recogido en medio del camino y acaso es un vagabundo. No tiene absolutamente trazas de eso, dijo Herminia.

Después esparcía miradas de felicitación por toda la capacidad de la sala, por la sillería de reps que había sido desnudada de sus fundas de percal, y por las cajitas de dulces, las bandejas de latón y demás chucherías... Todo estaba bien, perfectamente bien.

Y no era lo malo que doña Frasquita hiciese medias, sino que luego se las ponía. ¡Qué diferencia entre aquellas groseras fundas de algodón, con que cubría sus escuálidas piernas, y las mallas que apretaban y contenían los bien formados encantos de Mariquita! ¡Oh amor, cómo pusiste al pobre don Quintín! ¡Desde la guerra de Troya no había hecho la pasión tan cruel estrago en un hogar como lo hizo en aquel estanco!

Va a creer que hay en tu vida alguna mancha cuyo recuerdo te obliga a rechazar lo mismo que deseas. ¡Pobre de él y pobre de ti como se le meta eso en la cabeza! Vamos a ver: ¿en qué fundas tu terquedad? Cuando tales cosas escuchaba Felisa, dejaba caer la cabeza sobre el pecho y contestaba con evasivas. No ... rarezas mías... ya nos casaremos.

Lo menos creerá que la chica está en amores con Pedro Botero el de las calderas. ¿Supones que ha hablado a Leo en contra tuya? No lo sospecho: estoy seguro, como si lo hubiese oído. ¿Y te fundas?... Un libro te ha puesto de mal humor: otro me ha hecho a comprender lo que sucede.

En la cama del enfermo, la colcha de damasco rojo de los grandes días, y vuelto sobre ella, el amplio y bordado embozo de una sábana de lujo; las almohadas, con fundas de grandes guarniciones muy tiesas y escaroladas, y el enfermo mismo, con camisola limpia, calentada poco antes al brasero y sahumada con tomillo, sobre el espeso chaquetón elástico que le abrigaba el tronco; junto a la cama, una alfombra en lugar del felpudo de siempre; encima de la cómoda, cayendo en airosos pabellones por los lados, otra colcha de las buenas de la casa, y sobre ella, esperando mejor destino, el crucifijo de marfil, seis candeleros de plata, un vaso con agua bendita y un ramito de laurel.

Si yo no estuviese de pie en la puerta, hablaría con las almohadas que introduce á sacudidas en unas fundas nuevas, sosteniendo su extremo entre los dientes. Triste guerra, señor dice con la boca llena de lienzo . ¡Ay, cuándo terminará! Mi hijo...mi pobre hijo....

Al día siguiente, con gran sorpresa del barrio, pedía hospitalidad en casa de Cabesang Tales el joyero Simoun, seguido de dos criados que cargaban sendas maletas con fundas de lona. En medio de su miseria, aquel no se olvidaba de las buenas costumbres filipinas y estaba muy confuso al pensar que no tenía nada para agasajar al estrangero.

Algunas veces, este viaje, en el que resultaban más largos los descansos que las marchas, se veía perturbado por alguna pelea que hacía correr la sangre; pero nadie se escandalizaba, pues no es verosímil que una gente que va con armas y ha hecho viajes á través de los Andes pueda vivir en común durante varias semanas, bailando y bebiendo con mujeres, sin que los cuchillos se salgan solos de sus fundas.

En lechos de hojas estaban alineados y colocados con cierto arte los pimientos y tomates, con sus rubicundeces falsas de productos casi artificiales; los guisantes en sus verdes fundas; todo apetitoso y exótico, pero tan caro, que al oír sus precios retrocedían con asombro los buenos burgueses que por espíritu de economía iban al Mercado con la espuerta bajo la raída capa.