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Pausados, desfilan, entre el crepitar eclosionante de la madrugada, los «nocheros» de plaza, cuyos jamelgos balancean la cabeza en oscilaciones que parecen exteriorizar ideas de infinitas y melancólicas nostalgias.

El antiguo comediante y luego profesor del Conservatorio, M. Worms, también reconoce la supremacía de la escultura. «Primeramente escribe, las cualidades físicas son indispensables: la voz, que tan decisiva influencia ejerce sobre el público; la mirada, ese reflejo intenso del pensamiento, sin el cual no puede haber comediante bueno; un temperamento nervioso y sensible; la capacidad de «exteriorizar» rápidamente, un don de observación robusta, y memoria, capacidad que desempeña papel importantísimo en el funcionamiento ó dinámica de todas estas facultades

Quiso exteriorizar su desesperación y murmuró, señalando á la otra mujer medio ebria que dormitaba en el diván: Así seré yo dentro de poco. Se obscureció su rostro, como si pasase sobre él la sombra de sus últimas horas, y bajando las pupilas añadió: Y luego morir. Robledo permaneció silencioso. Había sacado disimuladamente su cartera de un bolsillo interior y contaba papeles debajo de la mesa.

Yo no voy a expresar ahora lo que Azorín ha sentido mientras llegaba a los senos de su espíritu esta música delicada, inefable. El mismo epíteto que yo acabo de dar a esta música me excusa de esta tarea: inefable, es decir, que no se puede explicar, hacer patente, exteriorizar lo que sugiere.

Antes bien, protestó de ellas mentalmente, pensando: «Watson no puede ser comparado con los otrosNecesitó exteriorizar su pensamiento, y dijo á Sebastiana: Será verdad que no le gustan los demás; pero don Ricardo es más joven que todos ellos; y estas mujeres que han corrido el mundo y empiezan á ponerse viejas, ¡resultan á veces tan... caprichosas!

Guy y doña Inés vieron al fin llegado el momento de salir de la casa solariega, echar un vistazo por el mundo, a ver si habían cambiado mucho las cosas y los hombres... No se atrevió el vizconde a exteriorizar su gusto, por temor de que lo dejaran en casa; mas doña Inés, riendo como una loca, no pudo contenerse: ¡Qué suerte!... ¡Luciré todavía ante ese Alfonso XIII o XIV mi precioso vestido blanco con encajes de Inglaterra!

Pero Gallardo, lejos de la familia, con el pensamiento dominado por el recuerdo de doña Sol, parecía no comprender los peligros de que le hablaba el Nacional, y levantaba los hombros ante sus escrúpulos sentimentales. Necesitaba exteriorizar sus recuerdos, hacer partícipe al amigo de su pasada felicidad, con un impudor de amante satisfecho que desea ser admirado en su dicha.

Juan, no te quejarás de Madrí dijo el Nacional .Te has hecho con el público. Pero Gallardo, como si no le oyese y deseara exteriorizar los pensamientos que le preocupaban, contestó: Me da er corasón que esta tarde va a haber argo. Al llegar a la Cibeles se detuvo el coche. Venía un gran entierro por el Prado, camino de la Castellana, cortando la avalancha de carruajes de la calle de Alcalá.

Colaboradores entrambos enemigos en que tal fuera el resultado de la revolución y de su triunfo, no solo los cubanos no tuvimos, salvo alguna que otra manifestación aislada, que nunca pudo traducirse en hechos, el propósito vindicativo de las ofensas pasadas, sino que tampoco dieron los españoles muestras de despecho o de inconformidad con los hechos consumados, y dándose cuenta oportuna de la situación la aceptaron acaso con reservas mentales, pero con reservas que tuvieron la discreción de no exteriorizar jamás; y así nunca, manifestaron expresa y públicamente, ni aun durante el tiempo intermedio de la Intervención primera, que, contentos con tal fracaso de la Revolución vencedora, ellos deseaban que no triunfaran sus ideales definitivos.

Rompió a tocar la música del trasatlántico una marcha de belicosa trompetería. Los pasajeros del castillo central admiraban los esplendores de la bahía. La muchedumbre emigrante, amontonada en la proa y la popa, gritaba sin saber por qué, deseando exteriorizar su alegría, saludando con una explosión de vítores, bramidos y silbidos a los buques inmóviles que quedaban atrás del Goethe.