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Fray Parisote, Maestre de los Caballeros de San Juan, codicioso de adelantar y ennoblecer su religión, como buen administrador della, teniendo siempre ante los ojos la perdición de Trípol, con deseo de recobrarle, aunque no se había perdido en su tiempo que él gobernaba, sino en el del Maestre pasado, ansí por enmendar el daño que los turcos habían fecho en cosas de la Religión, como por el mal y desasosiego que daban á Malta los cosarios que en Trípol se recelaban, viendo la paz y hermandad que de nuevo había entre los Reyes de España y Francia, parecióle oportunidad para anteponer la impresa, comunicándolo primero con el Duque de Medinaceli, que al presente estaba en el gobierno de Sicilia, porque á él como Visorrey de aquel reino tocaba ser General de la impresa cuando se hobiese de hacer.

Entendía que me vería mejor transformado, con un brillo más vivo para ennoblecer mi posición. Todo se mezclaba así entre los estímulos que me aguijoneaban. El encarnizado recuerdo de Magdalena zumbaba en el fondo de mis ambiciones y momentos había en que no me era dado distinguir en mis prematuros ensueños de poderío, lo que emanaba del filántropo y lo que procedía del enamorado.

De aquí que admiremos en Carducci, hasta en la oda á Satanás, no el extravagante capricho de llamar Satanás al libre espíritu humano, sino el vehemente amor con que canta el poeta las conquistas de ese espíritu y sus triunfos y victorias sobre el mundo visible, para mejorar nuestra condición, ennoblecer nuestro destino y hacer más digna y más feliz la vida humana.

El amor perfecto encierra un perfume de poesía que puede ennoblecer las relaciones de los seres humanos menos cultivados, y Eppie estaba rodeada por ese perfume desde el día en que había seguido el brillante rayo de luz que la guió hasta el hogar de Silas.

Pensad, de todos modos, que lo haréis con un santo propósito. Habían dejado la sala capitular y caminaban ahora por las naves de la iglesia. El canónigo volvió a decir: Tomad ejemplo, hijo mío, de estos graves sepulcros do descansan aquellos varones antiguos, que ponían a riesgo diario su vida por servir a Dios y ennoblecer su linaje.

Desde aquella noche el P. Gil no soñó con otra cosa. La fiebre del apostolado le encendió de tal modo que no dejó rincón vacío en su cerebro para otro pensamiento. Dentro de él entablose una lucha sorda entre el deseo vivo y ardiente de ennoblecer su vida con la conquista de un enemigo encarnizado de la Iglesia, y el miedo desapoderado, loco, que sin saber por qué le inspiraba.

A imitación de otros muchos paisanos que habían llegado con dinero de Cuba antes que él, aspiraba a ennoblecer su sangre y adquirir mayor prestigio uniéndose a alguna señorita pobre de la villa, abandonada por esto y por vieja de los jóvenes. Pero aunque no la mostrase, la procuraba alguna salida.

La forma métrica de las obras poéticas es diversa en los varios pueblos, con arreglo á la índole de su idioma; no así la vida dramática y el fondo poético, iguales entre los griegos como entre los ingleses, entre los españoles como entre los alemanes, y debiendo advertirse que, cuando no existe esa compenetración recíproca, no hay que hablar tampoco de verdadero drama; un poema dramático que no puede representarse, es como una partitura que no puede tocarse, y una obra dramática que describe sólo hechos comunes y ordinarios, con secos contornos, sin ennoblecer el asunto con la inspiración ideal y el colorido poético, deshonra tanto á la escena, como los volatineros y perros sabios.

En el fondo de mi naturaleza se encuentran tan bien casadas estas dos cualidades, que casi nunca se mortifican o se dañan. El gallego sirve para refrenar los ímpetus exagerados del poeta. El poeta ejerce el bello destino de ennoblecer, de dar ritmo armonioso a la existencia.

Eran grandes y azules sus ojos; su nariz muy fina, de perfecta forma y un poco larga, sin que esto le afeara, antes bien, parecía ennoblecer su expresivo semblante. Su barba, afeitada con esmero, era algo puntiaguda, aumentando así el conjunto melancólico de su rostro oval, que indicaba más bien delicadeza que energía.