United States or Namibia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Don Quijote le dijo: -Déjalos estar, amigo, que esta afrenta es pena de mi pecado, y justo castigo del cielo es que a un caballero andante vencido le coman adivas, y le piquen avispas y le hollen puercos. -También debe de ser castigo del cielo -respondió Sancho- que a los escuderos de los caballeros vencidos los puncen moscas, los coman piojos y les embista la hambre.

María y yo, por de pronto, profesábamos cordialísima antipatía al padrastrillo. Te aseguro decía él a mamá, señalándonos con el mentón que desearía vivir siempre contigo para vigilar a tus hijos. Te van a dar mucho trabajo. ¡Déjalos! respondía mamá cansada. Nosotros no decíamos nada; pero nos mirábamos por encima del plato de sopa.

Coge a manos llenas los bienes y déjalos caer sobre los limpios de corazón. Pasado algún tiempo, el matrimonio rico heredó una considerable fortuna que acreció la suya. Fue aquello como golpe de agua que, dejando acaso estéril la llanura, engrosa el caudal de otra corriente: y en el hogar del matrimonio pobre nació el séptimo hijo.

A lo lejos, hacia el río, se habían oído gritos, que se hacían cada vez más fuertes. ¿Qué ocurría al otro lado de la selva? Algo muy grave, sin duda, pues los sitiados vieron a sus enemigos volverse en tropel al bosque y huir como gamos hacia el Este. ¡Se van! exclamó Cornelio, admirado. Déjalos ir gritó el Capitán . Y bajemos, que la choza se va a desplomar sobre nosotros.

La condesa dio el ejemplo, palmoteando con sus delicadas manos. ¡Válgame Dios! exclamó el general, tapándose los oídos . No parece sino que estamos en la plaza de toros. Déjalos, León dijo la marquesa ; déjalos que se diviertan. Peor fuera que estuvieran murmurando del prójimo. Stein hacía cortesías hacia todos lados.

¡Qué?... ¿Los vas a echar, Melchor?... Déjelos, don Melchor dijo Baldomero, que duerman en la caballeriza... ¿qué mal pueden hacer?... ¡Llueve tan feo!... ¡Como han venido, que se vayan! No hagas eso, Melchor. ¡Pero! ¿qué es lo que hay? repitió Ricardo. Dos gringos, ché le contestó Melchor, dos bribones... que quieren pasar aquí la noche. ¿Y...? déjalos...

¡Ah!... ¿Entonces? Pues, al llegar a la presa, veo, dos enamorados en el puentecillo... ¿Y para eso?... Y entonces me dije que era una vergüenza y un escándalo, y que eso no podía durar... ¡Déjalos que se amen, por todos los diablos! Y que yo debía hacer saber a mi amo... que el señor Juan y la señora... No puede continuar; la mano de su amo lo ha cogido por la garganta.

Mas, pues Dios lo ha hecho mejor y pasan adelante, abre, abre, y ve por de comer." "Dejálos, señor, acaben de pasar la calle", dije yo. Al fin vino mi amo a la puerta de la calle, y ábrela esforzándome, que bien era menester, según el miedo y alteración, y me torno a encaminar.

¿No te digo que estaba muy inquieto por ti? Se comenta ahora mucho la guerra de esta casa.... Déjalos que estén en guerra.... Pero padeces. Yo estoy tranquila, Salvador; en todas partes tendría que sufrir. ¿Y por qué, hija? Ella volvió a inclinar la frente y, otra vez, eludiendo una explicación, dijo: Estos días están muy amables conmigo. ¿Estos días solamente?...

Y desque fué ya más harto de reír que de comer el bueno de mi amo, díjome: "Verdad es, Lázaro; según la viuda lo va diciendo, tuviste razón de pensar lo que pensaste; mas, pues Dios lo ha hecho mejor y pasan adelante, abre, abre y ve por de comer." "Déjalos, señor, acaben de pasar la calle", dije yo.