United States or Barbados ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y cuando ya la Muerte no tenía ni la bandera, ni la espada, ni la corona del emperador, cantó el pájaro de la hermosura del camposanto, donde la rosa blanca crece, y da el laurel sus aromas a la brisa, y dan brillo y salud a la yerba las lágrimas de los dolientes.

Bebió ésta, bebieron sus hijos; y como al llegar á la mitad del corro faltase líquido, la escanciadora se retiró al centro de la sala, y exclamó en el tonillo de rigor: Á rial, para los dolientes. ¡Para un rayo que te parta! gritó la mujer que antes había reñido con ella. ¿Adonde se han dío dos azumbres de aguardiente que debía haber en la jarra?

En seguida, la mujer se quitó la mantilla, la tendió en el suelo, se retiró un paso, y con la misma voz con que acababa de pedir una oración para el finado, Para los dolientes, á cuatro cuartos dijo, mirando á todos. Eso es poco contestó un hombre. Somos muchos añadió otro. Á rial volvió á decir la mujer. Curriente replicó el coro.

Adoro vuestros labios, donde el sol de mi tierra ha dejado sus besos de sátiro oriental, porque son el santuario de bellezas que encierra el glorioso prestigio del solar de Rizal. Ojos negros, refugio de hechizos y embelesos, dolientes, langorosos, plenos de soñación como noches sin luna; pero con rojos besos que vierten en el alma perfumes de ilusión.

Y en rápidos Giros Suspiros De amor, La brisa Se lleve Con leve Rumor! Ya cruzan las parejas Y alegres se suceden, Y todos se preceden Girando sin cesar, Como se balancean Las matinales brumas, Ó cándidas espumas Del agitado mar. Oh, valz, imágen De la armonia! de alegria Sabes llenar, El alma triste De los dolientes Que en tus corrientes Pueden flotar.

Dios se lo perdone á quien fué causa de tan gran pérdida y destrozo y tan universal daño de la cristiandad, porque si al tiempo que la armada turquesca llegó estaban quedos y firmes así los de mar como los de tierra, no les podía faltar más seguro partido y mejor suerte, y no murieran tantos pobres hombres y desdichados heridos y dolientes, que era la mayor piedad y compasión del mundo vellos hacer pedazos sin poder tomar armas para defenderse, y con tanta crueldad ser muertos.

En aquel momento su madre empezó a hablar para hacerle reproches, en una letanía lamentable. Estaba inmóvil, con las manos entrelazadas y los ojos aflijidos y fijos. La luz del crepúsculo esfumaba su cara y su pelo en una tonalidad rojiza. Adriana la escuchaba como entre sueños; y perdida en la remota nostalgia se repetía las palabras dolientes del poema.

CAP. XXI. De como curamos aqui vnos dolientes. Aquella misma noche, que llegamos, vinieron vnos Indios

La ley no es bien guardada, la ley positiva de los tiempos heroicos de la Hélade. El gran aparejo y atavío con que ornáis la ciudad de Teseo más le hará tuerto que derecho. Holgados y descansados queréis á vuestros compatriotas, dolientes y cobardes los hallaréis á la hora de la batalla...» ¡Graciosísimo! exclamó el ingeniero, riendo á carcajadas.

Mustafá se acercó a ella cojeando; se sentó, me miró, y siguió con sus dolientes gruñidos. Sospeché no qué horrible cosa, y me aterré. ¿Pero qué sucede? la pregunté alentando apenas. Sucede, contestó Amparo, mirándome al través de sus lágrimas, que esa infame mujer ha querido hacerme infeliz. No pude contestarla: sentí que toda mi sangre se reconcentraba a mi corazón.