United States or Denmark ? Vote for the TOP Country of the Week !


Acercáronse dos de Orden público, a los cuales el de la ronda mandó que la llevaran a San Bernardino, juntamente con toda la demás pobretería de ambos sexos que en la tal calle y callejones adyacentes encontraran. Aún trató Benina de ganar la voluntad de los guardias, mostrándose sumisa en su viva aflicción. Suplicó, lloró amargamente; mas lágrimas y ruegos fueron inútiles.

La penumbra era favorable a los planes de las muchachas; aprovechando la ocasión propicia, acercáronse disimuladamente las dos mayores a don Pedro, y mientras Rita le plantaba en la cabeza un sombrero de tres picos, Manolita le echaba por los hombros una chupa color tórtola, con guirnaldas de flores azules y amarillas. Fue de confusión el momento que siguió a esta diablura sosa.

Rodeáronle las señoras sentadas en sillitas y cojines; acercáronse los caballeros formando en segunda fila. Después de meditar unos minutos para recoger las ideas, comenzó a exponer con voz suave y palabra lenta y solemne algunas consideraciones acerca de la familia cristiana. Ya sabemos que el padre Ortega era un sacerdote a la altura de la civilización contemporánea.

Acercáronse rápidamente y se dirigieron al grupo que formaban los preparadores, los cuales parecían estar en rebeldía contra Van-Horn y Hans. ¿Qué significa este tumulto? gritó Van-Stael, deteniéndose entre la turba furibunda . ¿Por qué no se trabaja?

Tratarán de rendirnos por hambre. No, tío dijo Hans ; no esperarán tanto, pues veo que vuelven a la carga: ¡mira! Acercáronse todos a la puerta y vieron a los piratas avanzar por la explanada. Se deslizaban como serpientes amparándose en los matorrales. ¿Tratarán de cortar los horcones? preguntó Van-Horn, aterrorizado . ¡A ellos, señor Cornelio!

Acercáronse finalmente los enemigos hasta la ciudad de Chucuito, donde se mantuvieron algunos dias esperando las resoluciones de Diego Tupac-Amaru, que se hallaba en la provincia de Lampa, á la cabeza de un considerable trozo de enemigos.

Acercáronse despues á nosotros 50 vestidos de cristianos, y á treinta pasos nos hablaron. Guardan los indios esta costumbre, que quedandose algo lejos del contrario, si habla con él no se presume que piensa cosa buena. Viendo estas malas señales, tomamos las armas lo mejor que pudimos, y les preguntamos ¿donde estaban nuestros compañeros?

Acercáronse hombres y mujeres a la corraliza; unos empinándose sobre la punta de los pies, otros subiéndose a una piedra, miraron por encima de las bardas de adobes, y vieron al terrible chico tratando de esconderse en un ángulo.

Ya están ahí murmuró, y sus mandíbulas temblaban. Los dos hombres volvíanse a todos lados, como temiendo una sorpresa. Fueron al cañar, registrándolo: acercáronse después a la puerta de la barraca, pegando el oído a la cerradura, y en estas maniobras pasaron dos veces por cerca de Sènto, sin que éste pudiera conocerles. Iban embozados en mantas, por bajo de las cuales asomaban las escopetas.

Después quel Duque entendió que las galeras habían hecho su aguada, por ser ya tarde mandó retirar la gente del escaramuza, y al recoger, que se recogían al escuadrón, comenzaron á cargar los enemigos, con la grita y alarido que suelen, y acercáronse tanto, que hirieron algunos en el mesmo escuadrón. Á D. Álvaro dieron este día un arcabuzazo, andando á caballo. No le hizo mal.