United States or Bosnia and Herzegovina ? Vote for the TOP Country of the Week !


Entre tanto, echaremos mano de los recursos de que podemos disponer, hoy por hoy; y con ellos solamente, yo te prometo, hija mía, que si perseveras en tus buenos propósitos, no has de aburrirte un minuto aquí, por muy recio que llegue a tronar, como Dios nos salud... Ahora, y por de pronto, tenga usted la bondad, señora Catana, de ordenar que se nos sirva en seguidita el desayuno; y con las fuerzas que nos y mientras le tomamos, o de sobremesa, haremos el plan de campaña para hoy, o para toda la quincena, si nos conviene a ti y a . ¿No es cierto, Nieves?... Pues andando para dentro.

¡Oh! ¡Si viera usted cuántos trabajos he pasado por todos estilos! Las travesuras de mi hija no me dejaban ni un ratito de sosiego. Luego, Dios nuestro señor quiso probarme con unos dolores tan fuertes de cabeza, que pensé volverme loca. Estos dolores me vinieron, sin duda, al ver que la fortuna ganada por mi pobrecito esposo se iba deshaciendo poco a poco y no podía hacer nada para remediarlo. Claro, a nosotras las mujeres nos engañan con mucha facilidad. ¿Qué sabía yo de administrar ni regir unos negocios tan complicados? Entonces fue cuando pedí auxilio a este bendito señor que usted tiene delante. Y en seguidita que él se puso al frente, las cosas cambiaron de golpe, y todo comenzó a ir como una seda.

¡Cómo! exclamó el duque con profundo estupor . ¿Se ha atrevido esa z a presentarse en el baile? ¿Quién la ha dejado pasar? Mañana mismo despido al portero. No; a quien hay que despedir ahora mismo es a ella ... ¡en seguidita! dijo Clementina atropellándose por la cólera.

no te separas de aquí, y si despierta el niño, le arrullas y le meces, diciéndole que yo vendré en seguidita... Cuidado cómo te separas de él. Oye; mientras yo esté fuera, no abres a nadie... Mejor será otra cosa; yo cierro dando las dos vueltas y me llevo la llave.

Convendría que se fuese en seguidita á Medina; pero, hijo, yo no puedo decírselo... Está en mi casa... Además, bastaría que notase por lo que es para que se encaprichase en quedarse y tal vez hiciese una atrocidad... Ya la conoce usted. , ; la conozco bien respondió el joven con acento amargo. ¿Por qué no la habla usted? ¿Yo? exclamó con sorpresa. Yo no tengo ninguna influencia sobre ella.

Te pondré ahí enfrente, a la entrada de la calle de la Lechuga. ¿No n'gañar ? ¿Golver ti pronta? En seguidita que vea lo que ocurre por arriba, y si está de buen temple mi Doña Paca». Subió Nina sin aliento, y con gran ansiedad tiró de la campanilla. Primera sorpresa: le abrió la puerta una mujer desconocida, jovenzuela, de tipito elegante, con su delantal muy pulcro. Benina creía soñar.

Y así que la tuvo cogida manifestó riendo: Dispensa, querida, la matraca que te he dado. Alguna que otra vez me suelen atacar estos arrechuchos y entonces me pongo insoportable, lo conozco; pero en seguidita me pasan y entonces no soy mal chico, ¿verdad, ? Lo único que te pido es que sueltes á escape esa cara de regidor ofendido y no me la vuelvas á enseñar en la vida.

Olvidado siempre de sus piernas, o equivocado sobre su valor intrínseco, avanzó hacia la puerta pisando muy fuerte, la abrió y gritó como un trueno: ¡Doña Tula! ¡doña Tula! Al instante se oyó una vocecita lejana: ¿Qué se ofrece, don Oscar? Tenga usted la bondad de venir un instante volvió a decir el cíclope-enano. En seguidita.

Por fin pudo desasirse: y arreglándose el mantón, atusándose el pelo alborotado por los viriles apretones, fijó sus ojos en el novio, con una mirada en la que había reproche y agradecimiento. En seguidita me coges otra vez... ¡Y cómo se ha divertido el niño con esa tontuna de los colores! Vámonos o reñimos.

Sería preciso creer que en seguida, en seguidita que yo escurrí el bulto se lió con otro. ¡Qué falta de pudor! Lo único claro y patente es que los mimos, las ternezas, aquel entusiasmo... ¡todo farsa!