United States or Antigua and Barbuda ? Vote for the TOP Country of the Week !


Callad con ese espectro de noche, verdacho como una aceituna, soberbioso y figurero como un rey de farándula, que no le quisiera yo para , con ser viuda y quintañona. De otro digo, rubio como un ángel y el más alindado de los galanes. ¡Ah, quién me diera vuestra doncellez para dejarle hacer su deseo! ¿Qué nuevo presente os ha enviado el regidor? ¿Qué manto, qué sortija, qué conservas?

Vile entrar muchas veces en la iglesia. Os buscaba como sabueso que va oliendo las hierbas. ¡Bah! Harto galán le veréis, que es regalo de los ojos con su traje color de acero y sus mil botoncillos y guarniciones; y ¡válame Dios! ¡qué plumas tan bizarras! Todas las niñas volvían la cabeza para miralle. ¿Qué será cuando le pongan de regidor, como dicen?

El regidor Gaspar González Heredia, queriendo amortiguar el picante de aquella fisga, agregó con seriedad, dirigiéndose a don Enrique: Quizá el ejército del Duque no era suficiente para tamaña empresa, y hay quien presenta al Bearnés como hombre de mucho ardid y coraje, que pelea a la cabeza de sus soldados.

El Concejo se alborotaba con esta disposición absurda del monarca, sobradamente bondadoso, y el regidor Febrer solucionaba el asunto con la autoridad de su nombre. «Archívese la pragmática; se acata, pero no se cumple. ¿Para qué necesitan los chuetas tener dignidad como cualquiera de nosotros? Con tal que no les toquen la bolsa o la mujer, se dan por contentos

El amo, que era regidor, lo propuso en concejo, y pronunció con tal motivo un bello discurso, donde expuso a la consideración del Ayuntamiento los argumentos capitales que su jaca le había insinuado.

En el regidor primero es en quien recae el empleo de alférez real, a cuya casa acude el cabildo a las doce del día, y lo acompañan a la casa de cabildo, en donde le entregan la insignia de alférez real, que es un bastón alto que tiene sobre el puño un escudo de plata del tamaño de una mano, en el que están grabadas las armas reales.

Quince días serían pasados, según es pública voz y fama, que el asno faltaba, cuando, estando en la plaza el regidor perdidoso, otro regidor del mismo pueblo le dijo: ''Dadme albricias, compadre, que vuestro jumento ha parecido''. ''Yo os las mando y buenas, compadre -respondió el otro-, pero sepamos dónde ha parecido''. ''En el monte -respondió el hallador-, le vi esta mañana, sin albarda y sin aparejo alguno, y tan flaco que era una compasión miralle.

Jaime sentía vivir en su interior al grave abuelo don Horacio, y con él los escrúpulos del Inquisidor Decano, el de la tarjeta horripilante, y las almas del famoso comendador y otros ascendientes. Su mentalidad de hombre moderno guardaba algo de la de aquel regidor perpetuo que consideraba como una raza aparte y envilecida a los judíos conversos de la isla. Los muertos mandan.

Yo no debiera pensar más en él y dar mi mano al regidor; pero ansí que cierro los ojos, le veo en mi mente con su lindo rostro tan pálido, la capa levantada por el estoque y la gran pluma negra que estila agregó figurándola con el gesto al costado de su cabeza. Nunca me acontece confundir sus pasos en la calle, cuando corro a la vidriera.

Angulo, regidor de Toledo y su alcalde de Sacas; D. Guillén de Castro, capitán del Grao de Valencia; D. Diego Jiménez de Enciso, caballero de Sevilla; Hipólito de Vergara; el maestro Ramón, sacerdote; el licenciado Justiniano; D. Gonzalo de Monroy, regidor de Salamanca; el Dr.