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Las comedias más notables de Vélez de Guevara. 281 CAPÍTULO XXII. Otros poetas dramáticos de esta época. Mexía de la Cerda. Damián Salustrio del Poyo. Hurtado Velarde. Juan Grajales. Joseph de Valdivieso. Andrés de Claramonte. Otros poetas dramáticos del tiempo de Lope de Vega. 309 CAPÍTULO XXIII. Oposición de algunos críticos al drama nacional. Andrés Rey de Artieda. Francisco Cascales.

Véanse algunos ejemplos. Doña Antonia Mexía declaró, entre otras cosas, en un proceso que se le siguió por los años de 1633 : «Que habrá seis años que la dicha Beatriz dixo a ésta que tomase un pedernal y le pusiese la mano encima y dixese: Estos cinco dedos pongo en este muro; cinco demonios conjuro: a Barrabás, a Satanás, a Lucifer, a Bercebú, al Diablo Cojuelo, que es buen mensajero, que me traigan a fulano luego a mi querer y a mi mandar

La Ciudad dispuso que el jurado Juan Mexia los buscase prestados pues no tenía en sus arcas dicha suma y así se hizo. Se recibieron en la ciudad tres cartas Reales, una para que se quitasen los muladares que más podían perjudicar, otra sobre rufianes y vagabundos y la tercera prohibiendo los tableros y juegos de dados.

Faltan algunas hojas del cabildo celebrado dos dias después de la petición, en las cuales, acaso, constaría el resultado de la averiguación practicada por Alfon García. Parece también que en aquella época atributase á tan temibles animales virtudes curativas, pues el docto caballero Pedro Mexia, hablando del insigne arzobispo Don Fr.

En Sevilla, Morsamor había oído hablar mucho de todo esto a Fray Ambrosio de Utrera y a sus ilustres amigos, cosmógrafos y pilotos examinadores de la Casa de Contratación, entre los cuales se contaban Alonso de Chaves, Rodrigo Zamorano y el joven y magnífico caballero Pedro Mexía.

El tiempo es breve y yo largo; Y así he de dejar por fuerza De alabar tantos ingenios Que en un sin fin procediera; Pero de paso diré De algunos que se me acuerdan, Como el heróico Velarde, Famoso Micer Artieda; El gran Lupercio, Leonardo, Aguilar el de Valencia, El licenciado Ramón, Justiniano, Ochoa, Zepeda, El licenciado Mexía, El buen Don Diego de Vera Mescua, Don Guillén de Castro, Liñán, Don Félix de Herrera, Valdivielso y Almendarez, Y entre muchos, uno queda: Damián Salustio del Poyo, Que no ha compuesto comedia Que no mereciese estar Con las letras de oro impresa, Pues dan provecho al autor Y honra á quien las representa.

Carlomagno personifica á Jesucristo; Flor de Lis, á la Iglesia; Rolando, á San Pedro; Durandarte, á San Juan Evangelista; Montesinos, á San Juan Bautista, y Garcelón, á Judas. Otros poetas dramáticos de esta época. Mexía de la Cerda. Damián Salustrio del Poyo. Hurtado Velarde. Juan Grajales. Joseph de Valdivieso. Andrés de Claramonte. Otros poetas dramáticos del tiempo de Lope de Vega.

El espejo del mundo, de Luis Vélez de Guevara. La noche toledana, de Lope de Vega. La tragedia de Doña Inés de Castro, del licenciado Mexía de la Cerda. Las mudanzas de fortuna y sucesos de Don Beltrán de Aragón, de Lope de Vega. La privanza y caída de Don Alvaro de Luna, de Damián Salustrio del Poyo, vecino de la ciudad de Sevilla.

Su magnífica copa alzábase en medio de un solar, «donde las necesidades de la población, obligarán á construir manzanas de casas; entonces caerá al golpe del hacha, como sus míseros compañerosmientras que, diremos con un ilustre escritor, la ciudad de Sevilla, indiferente al recuerdo de aquellos ciudadanos, que más honra le dieron, verá desaparecer, sin fijar en ello su atención, ese postrer vestigio de una época, en que las letras y las virtudes cívicas florecieron y fueron honradas en Andalucía; y verá caer, sin sentimiento de pena aquel testigo de los generosos esfuerzos de un hombre, que, según el docto caballero Pero Mexia, «debe ser alabado y merece que los que en esta ciudad vivimos roguemos á Dios por su ánima, la cual según fué su vida tan virtuosamente gastada en letras y en honestos exercicios, y su tan christiana y buena muerte yo creo cierto que está en la gloria de Jesucristo

Los celos de Rodamonte, del Dr. Mira de Mescua. La bienaventurada madre Santa Teresa de Jesús, de Luis Vélez de Guevara. El cerco de Tremecén, de Guillén de Castro. El espejo del mundo, de Luis Vélez de Guevara. Tragedia famosa de Doña Inés de Castro, del licenciado Mexía de la Cerda. Casi más raras que las antiguas colecciones de comedias son las de entremeses.