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La reforma religiosa dividió profundamente á los Suizos en guerras civiles muy cruentas y tenaces, complicadas con las cuestiones político-sociales entre la nobleza y los ciudadanos y paisanos, y entre los cantones aristocráticos y católicos y los de organizacion democrática y religion protestante ó reformada.

Tanta sabiduría impresionó a Maxi, que al punto se desató a charlar con Ido del Sagrario, pues no era otro el docto amigo de Izquierdo, y estuvieron poniendo comentarios a los trágicos sucesos del 93. «Porque mire usted, cuando el pueblo se desmanda, los ciudadanos se ven indefensos, y francamente, naturalmente, buena es la libertad; pero primero es vivir. ¿Qué sucede? Que todos piden orden.

Mariano le oía espantado y con despecho. ¡También Gaitica, aquel ser de la última gradación moral, aquel hombre a quien Pecado consideraba como inferior, se sublimaba por la virtud de su pequeño capital, adquirido en infames juegos de azar, y quería revestirse de la dignidad del burgués pacífico, del propietario conservador, y clasificarse entre los ciudadanos probos, que son base, sustento del orden social!

Yo así lo espero de la rectitud del gran pueblo de los Estados Unidos, donde si hay ambiciosos imperialistas, tambien existen honrados círculos defensores de las humanitarias doctrinas de los inmortales Monroe, Franklin y Washington, salvo que la raza de virtuosos ciudadanos, gloriosos fundadores de la actual grandeza de la República norte-americana, haya decrecido tánto, que su legítima y benéfica influencia esté supeditada por la poderosa ambición de los expansionistas; en cuyo desgraciado y último caso ¿no es más dulce morir que nacer esclava?

Llegados á hombres, los pequeños ingenieros que chapoteaban en el agua con tanto júbilo, no pueden recordar sin alegría los juegos de su infancia; á pesar suyo miran con cierta emoción el pequeño torrente cenagoso que corre junto á la acera. ¡Desde los primeros años de nuestra niñez, en el espacio de una generación, cuántos y cuán diversos residuos, arrastrados por la corriente viscosa, han seguido su camino hacia el mar! ¡Hasta la sangre de los ciudadanos se ha mezclado con el barro!

Según la constitución adoptada el 24 de febrero de 1891, la república es una unión federal que consiste de veinte estados, un distrito federal, y el territorio del Acre. El nombre oficial del país es Estados Unidos del Brasil. Todos los ciudadanos varones mayores de veintiún años tienen derecho a votar. La moneda del Brasil tiene por unidad el milreis, que se escribe: 1$000.

Por esta y por otras muchas maldades que se descubrieron, se comprendió que don Raimundo era un monstruo abominable, por lo cual el rey pudo ejercer provechosamente su justicia mandándole ahorcar, como le ahorcaron con general regocijo de los ciudadanos de Oviedo, porque D. Raimundo era muy aborrecido y porque en aquella edad tan ruda la filantropía no era cosa mayor y no infundía repugnancia la pena de muerte.

Todos los ciudadanos son iguales ante la ley, y la Constitucion les garantiza la libertad absoluta de religion y culto, el derecho de peticion, asociacion, uso de armas y libre establecimiento en el Canton, la libertad de la prensa y la seguridad individual, con el domicilio, la correspondencia y la propiedad inviolables.

Pero los jueces de paz y los de la cabecera no se atrevían á darle la razon, temiendo la cesantía, escarmetados en la cabeza de uno que fué inmediatamente depuesto. Y no eran malos por cierto aquellos jueces, eran hombres concienzudos, morales, buenos ciudadanos, excelentes padres de familia, buenos hijos... y sabían considerar la situacion del pobre Tales mejor de lo que el mismo Tales podía.

El rey despues de un rato de descanso salió á la gran sala con sus insignias reales, y principió la comida, sentándose á la mesa del monarca los arzobispos de Toledo, Zaragoza, y Arborea, aunque á alguna distancia; en otra pero mas baja los obispos, abades, y priores, y en otra los ricoshombres que el Rey habia armado caballeros: despues los nobles, y á seguida los ciudadanos y síndicos de las ciudades.