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El público no renunciaba por esto á su costumbre, y de seguro lo habrían pasado mal los dos hermanos si hubieran tratado de impedir por la fuerza la libertad mingitoria, autorizada por un derecho consuetudinario que, según la feliz expresión de un parroquiano de aquel sitio, radicaba en la naturaleza del hombre y en la hospitalidad forzosa del vecindario.

Este era el orden de cosas consuetudinario cuando reaparecieron en la Europa cristiana traídas por los ex-prisioneros de las cruzadas, las ciencias y las artes griegas, que fueron un poderoso estimulante de actividad mental, y consiguientemente, de diferenciación del medio ambiente.

El miedo fue el secreto resorte de las tiranías; el miedo fue el resultado de las supersticiones religiosas de la Sociedad Colonial, encarrilada en la obediencia habitual por el miedo crónico o consuetudinario a gobernantes de derecho divino, consagrados por el tiempo y por la Iglesia, que cesaron de improviso por la revolución y fueron reemplazados por directores accidentales que se aprovecharon del antiguo espíritu supersticioso.

Las artes, por lo que tienen de práctico y consuetudinario, se prestan á la fusion de los mas opuestos caractéres; no son como las teorías abstractas, entre las cuales puede haber antagonismo perpétuo sin tentativas de aproximacion y concordia; y dos estilos arquitectónicos, en su razon filosófica contrarios, apenas pueden coexistir sin una recíproca inoculacion de formas.

Sus labios murmuraban el consuetudinario rezo nocturno: «Un Padrenuestro por el alma de mamá...». Oyéronse en el corredor pisadas recias, crujir de botas flamantes, y la puerta se abrió. Tomo II

Jaime se apresuró a levantarse de su asiento. Aquella criada vieja era «la Papisa». La sillería estaba en un desorden permanente que parecía denunciar la tertulia reunida allí todas las tardes. Cada asiento pertenecía por derecho consuetudinario a una grave persona, y quedaba inmóvil en el mismo sitio.

Beatriz y la señora de Aymaret se hallaban demasiado mezcladas al movimiento parisiense para que no se les ofreciera la ocasión de verificar por mismas, ya en el Bosque, ora en el teatro, los desórdenes que con tanta imprudencia a la vista de todos desplegaba el marqués, y además la vizcondesa estaba en autos a estos respectos por su propio marido, consuetudinario comensal de las famosas citadas cenas, mientras que el portavoz para con Beatriz era Gustavo Calvat, a quien sus jocosidades de bohemio, aunque menospreciado, divertido, introducían en los teatros y en los cafés de periodistas donde ávidamente recogía los escándalos corrientes del París a la moda.

Pero no es menos verdad que si la doctrina naturalista nada tiene que ver con semejantes horrores, la práctica de los naturalistas, lejos de rehuírlos, los busca con fruición, habiéndose llegado a crear dentro de la escuela una especie de derecho consuetudinario que los autoriza y recomienda, y que hace creer a los mentecatos que la novela naturalista ha de ser forzosamente un arte de mancebía, de letrina y de presidio, como si sólo de tales lugares se compusiese esta inmensa variedad de la naturaleza y de la vida.

Los señores de los Pazos no protestaban: eran marqueses por derecho consuetudinario; y cuando un labrador, en un camino hondo, se descubría respetuosamente ante don Pedro, murmurando: «Vaya usía muy dichoso, señor marqués», don Pedro sentía un cosquilleo grato en la epidermis de la vanidad, y contestaba con voz sonora: «Felices tardes».

Nepo, con redomada astucia, con intención felina, le iba explicando todos los asuntos correspondientes a los bienes de Cabruñana, con los términos del más riguroso tecnicismo del derecho consuetudinario. Bonis no tenía noción clara del contrato de arrendamiento.