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Entretanto los frailes estaban de enhorabuena: habían ganado definitivamente el pleito y aprovecharon el cautiverio de Cabesang Tales para entregar sus terrenos al que los había solicitado, sin el más pequeño pundonor, sin la menor pizca de vergüenza.

Los histriones improvisadores de la Commedia del arte aprovecharon también materiales españoles, arreglándolos á su modo para la escena, puesto que, según Signorelli, El conde de Saldaña y Bernardo del Carpio figuraban en compañía de arlequín y de pantalón . Esta preferencia por las invenciones españolas duró en Italia hasta el siglo XVIII, puesto que en 1740 decía Riccoboni, tan familiarizado con la literatura dramática de su país: «Hace ciento treinta años las obras dramáticas italianas no son otra cosa que traducciones de comedias españolas.

Con motivo del fallecimiento de la princesa Catalina permanecieron largo tiempo cerrados los teatros de la capital, y aprovecharon los teólogos la ocasión para hacer nuevo alarde de sus escrúpulos, originados de la licencia de las funciones teatrales; sus esfuerzos obtuvieron esta vez mejor éxito, sin duda porque fueron más enérgicos, puesto que el 2 de mayo de 1598 se promulgó una Real pragmática, que prohibía indefinidamente la representación de comedias . No se indica en ella claramente si esta prohibición comprendía á todas las ciudades del reino, ó se limitaba sólo á la capital; pero si, como se presume, tuvo el primer objeto, lo cierto fué que se observó únicamente en Madrid, en donde se aplicó en todo su rigor por hallarse bajo la vigilancia de las autoridades superiores.

Y había, finalmente, otros que no la sacaban nunca. Estos pobres hombres no la sacaban porque jamás la tuvieron; pero ellos se aprovecharon de la ordenanza divina para fingir que la tenían. Así, cuando les preguntaban en la calle por ella, respondían ingenuos y sonrientes: «¡Ah! La tengo muy bien guardada en casa». Esta sencillez y esta modestia encantaron a las gentes.

Al punto que se supo de su muerte, Que ejecutarse manda, se juntaron En breve tanta gente de su suerte, Que toda la ciudad alborotaron. Y aunque fué rogado, estuvo fuerte El Virrey, que con él no aprovecharon Los frailes, y un Obispo que decia, Que á España

9 No seáis sacados del camino por doctrinas diversas y extrañas, porque buena cosa es afirmar el corazón en la gracia, no en viandas, que nunca aprovecharon a los que anduvieron en ellas. 10 Tenemos un altar, del cual no tienen facultad de comer los que sirven al Tabernáculo.

Filipinas tuvo desde sus primeros días los suyos, que trataban con los Reyes y el Papa de las necesidades del país; los tuvo en los momentos críticos de España, cuando ésta gemía bajo el yugo napoleónico, y no se aprovecharon de la desgracia de la Metrópoli como otras colonias, sino que estrecharon más los vínculos que las unían á la Nación, dando pruebas de su lealtad; continuaron hasta muchos años después ... ¿Qué crimen han cometido las Islas para que así se las prive de sus derechos.

El Lerma le prendió, y puso prisiones, Y á aquellos que al presente le ayudaron; Que poco aprovecharon las razones, Que en su defensa al Lerma presentaron. De aqueste trance, bregas, y pasiones, Algunas pesadumbres se inventaron: Hernán Mésia y Sotelo aprisionados Aquí fueron, que dicen ser culpados. Movióles á venir su desventura A Villalta y Mosquera.

Durante la guerra de 1808, los Franceses, como enemigos, hicieron volar muchas fortalezas, pero construyeron puentes, teatros y otras obras; en tanto que los Ingleses, como aliados, aprovecharon la oportunidad para destruir en España las fábricas de porcelanas, paños y otros artículos, que podian hacerles competencia. Muchas veces los amigos hacen mas daño que los enemigos.

El miedo fue el secreto resorte de las tiranías; el miedo fue el resultado de las supersticiones religiosas de la Sociedad Colonial, encarrilada en la obediencia habitual por el miedo crónico o consuetudinario a gobernantes de derecho divino, consagrados por el tiempo y por la Iglesia, que cesaron de improviso por la revolución y fueron reemplazados por directores accidentales que se aprovecharon del antiguo espíritu supersticioso.