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Pero es muy extraño lo de Navidad, ¿no es cierto? ¿Por qué la llaman Navidad? Sea por deferencia instintiva a las preocupaciones de sus huéspedes, sea por un vago sentimiento de incongruencia, la contestación del viejo fue tan baja, que quedó aprisionada entre las paredes de la habitación.

Por el nord-este estan los Indios Bororos: estos tienen la simpleza de que, aprisionada por los portugueses alguna india de su nacion, luego se vienen los parientes inmediatos á entregar y servir al portugues que la tiene en su casa. Por el sur, pasados los anegadizos, estan los Mbayás de arriba, que al paso de los Paulistas por el Tacuarí los suelen acometer. Minas de Cuyabá.

Era una cosa blanda que se retorcía lanzando ahogados chillidos, aprisionada por la arena y el arco de puente que formaban sus zapatos entre la planta y el tacón. Se inclinó hasta tocar el suelo y, levantando el pie, extrajo aquella cosa animada de su dolorosa esclavitud. Vió que eran dos hombrecillos sobre los que había puesto su pie sin saberlo.

Rousseau puso de moda el hombre primitivo, libre en plena Naturaleza, y los indígenas americanos fueron el tipo perfecto de la víctima aprisionada y desfigurada por la civilización. Abates folicularios, para halagar al público, lloraban sobre la desgracia de unos pobres indios que sólo habían visto pintados en estampas lo mismo que mascarones de Carnaval.

Tiene algo de campanario y abajo, en lo más profundo del buque, está el templo, el santuario del fuego, con sus altares inflamados que producen el vapor. ¿Eh?, ¿qué le parece la imagen? Se la brindo para unos versos... Y con ser tan robusta la chimenea, mire cómo está aprisionada y sostenida por varios tirantes, para que no la tumbe el viento.

Y la razon, en tanto, aprisionada, luchando con la fiebre abrasadora de la ardiente ilusion, pugnaba en vano por disipar la nube embriagadora, cuya letal atmósfera aspiraba mi pulmon impaciente, y en él toda mi sangre envenenaba adormeciendo al corazon valiente... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ¿Dónde hallar la verdad?... Tal vez oculta la tiene el porvenir... ¿Y qué me ofrece? ¡Confusa mezcla de placer y espanto, que al sondear el alma se estremece!

Tal vez podría protegerle la asociación si la muda no fuese común á todos y no estuvieran sus compañeros desarmados como él, é incapaces de auxiliar á los enfermos, pues también lo están ellos. Dícese, sin embargo, que hay ciertas especies en que el macho quiere proteger á la hembra, la sigue, y si es aprisionada, no hay más remedio que aprisionar á los dos.

Unas veces la diligencia rueda suavemente por entre tupidos bosques, basílicas perfumadas de verde y blando tapiz y elegantísima techumbre, donde la mirada se siente como aprisionada entre artesonados de verdura aérea coronando interminables columnatas de color gris ó rojizo, como parecen los mástiles de los abetos y pinos; otras se desciende al fondo de un estrecho vallecito lleno de aromas y rumores salvajes, ó salpicado de chalets y sementeras, ó colmenas de abejas domesticadas, que le dan el aspecto de un huerto caprichoso y variado; otras, en fin, al trepar á una eminencia, sobre alguna de las mas altas montañas, ó al pasar por delante de una abra de los grupos ó cordones que las forman, se registra un vasto horizonte que abarca toda la Suiza central, y se ve á lo léjos, al S.S.-E., el grandioso anfiteatro de montañas graníticas y nevadas de los Alpes berneses.

Estaban en sombra, nadie podía verles, y por entre la separación del cortinaje penetraba una faja de luz que Cristeta procuraba esquivar echando el cuerpo hacia atrás. Al moverse creyó dar con la espalda en el muro; pero Juan había sabiamente deslizado una de sus manos entre la pared y el cuerpo de ella, de modo que al querer recostarse quedó aprisionada por el talle.

Era una mano fina, correcta, aristocrática, con graciosas y leves rayas azules; además, aún no estaba ajada, a juzgar por su color sonrosado y por la frescura e inocencia que se adivinaba en sus movimientos resueltos; la muñeca estaba aprisionada por un sencillo brazalete de oro; en los dedos brillaban algunas sortijas.