United States or Nauru ? Vote for the TOP Country of the Week !


Cuando al final se convencía de que el oro no era abundante y costaba mucho de acopiar, proponía, para la obra santa de la conquista de Jerusalén, establecer un comercio de esclavos indios en la Península, tráfico que podía dar una ganancia anual de cuarenta millones de maravedíes. Y a continuación enviaba las primeras muestras de indígenas al mercado de Sevilla.

Los elementos numéricos de la poblacion cristiana de la provincia de Moxos, sin hacer especial mencion de las diferentes naciones indígenas, daban en 1831 los resultados siguientes. Antes de establecer comparacion alguna, debo explicar la circunstancia de no haber individuos solteros que pasen, de catorce años entre los hombres, y de doce entre las mugeres.

Ojeda logró establecerse firmemente a lo largo de la costa, luchando constantemente con los indígenas. Pero fué en balde su esfuerzo de conquistar el reino chibcha, situado en la meseta.

Apenas los primeros cronistas se refieren á la conquista del Tucuman por los Incas, y esto incidentalmente. Los autores mas antíguos que hayan escrito sobre las naciones indígenas, sedentarias, de las faldas andinas, pertenecen todos al siglo XVII y poco cuentan del estado de aquellas poblaciones al pasar de la suave dominacion quichúa á la cruel de los españoles.

Su patrón lo enviaba en viaje por todo el país, y así había conocido, yendo en diligencia, los asaltos en los caminos, unas veces por las bandas de indígenas, otras por «montoneras» de guerrilleros que robaban a las gentes en nombre de un caudillo de provincia o de un partido político. La nación hervía entonces en revueltas civiles, antes de cristalizarse definitivamente.

Así es como en los desiertos de Africa y Arabia muchos ríos, considerables en otras edades, han dejado de existir: sus cauces se han llenado de arena y los indígenas sólo los conocen por los inciertos datos de las tradiciones.

«Gualicho», el terrible demonio de la Pampa expulsado al mismo tiempo que los indígenas, había vuelto á estas tierras que fueron suyas, reconquistándolas. Robledo se acordó de cómo los indios solían combatir á dicho genio del mal apenas iban notando su presencia entre ellos.

Aunque pueda esto verificarse algunas veces, no por eso se han de negar las inmensas ventajas que necesariamente debe traer consigo la frecuencia de estas relaciones. El natural de estos habitantes, indígenas todos ellos de la nacion apolista, y cuyo número no pasa de dos mil setecientos setenta y cinco, es el mas apacible, y dócil: amantes de los placeres, buscan ante todo las diversiones.

De improviso se aparece entre ellos un anciano que venía de las llanuras situadas al este de la Cordillera de Chingasa, cuya barba, larga y espesa, le hacía de raza distinta de la de los indígenas. Conocíase a este anciano por los tres nombres de Bochica, Neuquetheba y Zuhé, y asemejábase a Manco Capac.

Los salvajes los rodearon al momento. El Capitán y sus compañeros habían tenido tiempo de huir hacia la playa, desde donde rompieron el fuego contra los indígenas, apuntando especialmente a los jefes y a los brujos. ¡Vanos esfuerzos! Los salvajes, a pesar de los estragos que las balas hacían en ellos, no retrocedían.