United States or Jordan ? Vote for the TOP Country of the Week !


Los Catalanes ejecutaban en los vencidos su rigor y furia acostumbrada en las guerras contra los infieles, que aquel dia en los Turcos todo fué desesperacion, ofreciéndose á la muerte con tanta determinacion y gallardia, que no se conoció en alguno de ellos muestras de quererse rendir, ó fuese por estar resueltos de morir como gente de valor, ó porque desesperaron de hallar en los vencedores piedad.

Procuraba satisfacerlos, y, viendo que no bastaba, salíme de su casa y fuime a ver a mi amigo don Diego, al cual hallé en la suya descalabrado, y a sus padres resueltos por ello de no enviarle más a la escuela.

Los Turcos, y Turcoples viendo que los Catalanes, y Aragoneses sus compañeros habian acabado su peregrinacion, y que estaban resueltos de fundar en aquel Estado su asiento y vida, deseosos de volver á la patria, determinaron de apartarse de nuestra compañía, y aunque les propusieron diferente partidos para que se quedasen, ofreciéndoles Villas, y Lugares donde descansadamente pudiesen vivir, y participar igualmente con ellos del premio de sus victorias, ninguna cosa bastó á detenerles; porque decian que ya era tiempo de volver á su Tierra, ver sus amigos y deudos, y mas hallándose con tanta properidad y riquezas como tenian, con las quales querian que su propia naturaleza fuese el centro de su descanso.

A contener este alboroto, salieron de aquella ciudad 600 hombres tumultuariamente dispuestos, los mas del pais, y entre ellos algunos europeos y á pocas leguas que anduvieron, avistaron al rebelde en el paraje llamado Sangarara, con un considerable trozo de indios y mestizos de aquella comarca: y como al mismo tiempo esperimentasen una cruel nevada, se refugiaron en la iglesia; y mas poseidos del miedo, que resueltos á acometer al enemigo, le despacharon un emisario que le preguntase cual era su intento, y el motivo que habla tenido para levantar gente y turbar la tierra: y la respuesta fué, que todos los americanos pasasen luego á su campo, donde serian tratados como patriótas, pues solo queria castigar á los europeos ó chapetones, corregidores y aduaneros.

Pero cuando acabé de leerla, ¡qué nueva y terrible fase tomaba la refriega entre los marinos y nuestros soldados! ¡Santo Dios! ¿Perderíase la batalla? Destrozados en el primer ataque los franceses, lo repetían sacando el último resto de bravura de sus corazones resecados por el calor, y volvían a la carga resueltos a dejarse hacer trizas en la boca de los cañones, o tomarlos.

Preveía que el viaje iba a ser largo, aunque se guardaba de manifestar esta opinión. Al fin quedó arreglado el equipaje. Entonces permanecieron turbados uno frente a otro sin saber qué decirse, afectando serenidad, insistiendo una y otra vez en tono indiferente sobre pormenores ya resueltos. La emoción que les embargaba advertíase en el timbre velado de la voz, en el leve temblor de las manos.

Algunos, más resueltos, las manos a la espalda, miraron a las dos damas del modo más insolente.

Allí gané los premios, allí fuí coronado por vencedor de todas las contiendas, y de allí tomó ocasión Sinforosa de desear saber quién yo era, como se vió por las diligencias que para ello hizo. Vuelto al navío, y resueltos los míos de dejarme, les rogué que me dejasen el barco, como en premio de los trabajos que con ellos había pasado.

Subimos una escalera, bajamos otra, y creo que tornamos a subir, pues resueltos a buscar por nosotros mismos el dichoso número, no preguntábamos a ningún transeúnte, prefiriendo el grato afán de la exploración por lugares tan misteriosos.

Se despidió de con el acento meloso que la caracterizaba y se apresuró a salir de la estancia, con una sumisión que me sorprendió altamente. Verdad que el tono de Don Oscar y sus ademanes firmes y resueltos parecía que no daban lugar a contradicción. Luego que el bendito señor se quedó a solas conmigo, volvió a instruirme severamente acerca de mis deberes para conmigo mismo.