United States or Trinidad and Tobago ? Vote for the TOP Country of the Week !


Eso no era lo difícil; la señora de Bruinsteen consintió en ello sin mayor resistencia; pero cuando le dije que ibais a ser mi mujer casi le dió de rabia un ataque de apoplejía... ¿Esto os sorprende, Marta? Se diría ¿verdad? que está celosa porque yo distingo a otra mujer. Nada de eso; me odia, pero tiene necesidad de , y me teme.

El osado prófugo que acomete una partida entera, es inofensivo para con los viajeros. El Gaucho Malo no es un bandido, no es un salteador; el ataque a la vida no entra en su idea, como el robo no entraba en la idea del Churriador; roba, es cierto, pero ésta es su profesión, su tráfico, su ciencia. Roba caballos.

Dejé caer el periódico de las manos, y fuí acometido de una risa convulsiva que degeneró en ataque de nervios. ¿De modo que había usted matado á un muerto? Precisamente. POR DON ARMANDO PALACIO VALD

La lámpara, casi agonizante, parecía negar su luz a aquella escena: Tirso, no esperando tan pronto el ataque, tuvo un instante de flaqueza y, levantándose del asiento, quiso refugiarse en su cuarto: Pepe, extendiendo hacia él la mano, le hizo señal de que esperase.

Pero el carruaje se aproximaba ya al término de la carrera, y Miguel no sabía qué partido tomar. Después de otro intervalo de silencio en el que procuró concentrar todas las fuerzas de su espíritu, volvió el ataque. ¡ no me quieres! dijo en tono quejumbroso, adoptando a su vez la actitud de hombre agraviado. Bien sabes que no es verdad; bien sabes que te quiero, que te adoro con toda mi alma.

Presentaron de nuevo la batalla, que admitieron los vecinos: pero apenas se empezó el ataque, volvieron á ocupar las eminencias, excepto 14, que fueron muertos con unos de sus capitanes, cuya cabeza se enarboló en la punta de una lanza.

Y en el tono con que dijo estas palabras latían una expresión de odio y un deseo de venganza que impresionaron á los dos oyentes. Aunque Inglaterra nos ataque prosiguió Hartrott , no por esto dejaremos de vencer. Este adversario no es más temible que los otros. Hace un siglo que reina sobre el mundo.

Llegó el médico a toda prisa, llamado poco antes, y al saber la caída de por la mañana y después de reconocerle, hizo un siniestro pronóstico: aquello era un ataque cerebral, efecto de la caída, y si volvía en del primero, no tardaría en sucumbir al segundo. Las damas, muy sobrecogidas, no se atrevían a salir del cuarto y mucho menos a ver al enfermo.

Corrió el toro, sorprendido del ataque, acelerando su fuga, como si con ésta pudiera librarse del tormento, hasta que de pronto comenzaron a estallar en su cuello secas detonaciones semejantes a tiros de fusil, volando en torno de sus ojos las encendidas pavesas de papel.

Pero, apenas hube pronunciado el nombre de Pütz, saltó de su silla y tiró la pipa contra la estufa, donde se rompió mientras el tabaco se esparcía en chispas. ¡Y si le hubieran visto ustedes la cara! Les habría dado miedo. Morada, hinchada, como si le fuera a dar un ataque.