United States or Peru ? Vote for the TOP Country of the Week !


La señora Priscila tenía un hijo llamado Aurelio Nicon Aniceto, que fué del Ayuntamiento, y que no sabemos cómo administraría la fortuna comunal, pero que administró tan mal la propia, que tuvo que empeñarse y hasta que hipotecar la casa de la Calle del Castillo del Occidente.

Viendo, pues, aquellos bárbaros que las caricias de los nuestros no se quedaban en solas palabras, fueron luego corriendo á coger aquellas chucherías y con más ánimo y seguridad, se llegaron cuatro de ellos al pie de una balsa, donde dejaron algunas esteras labradas con lindo arte y tejidas delicadísimamente: prosiguióse muchos días este tratado, siendo el faraute Aniceto Guarie, fervorosísimo cristiano, vice-corregidor de la Reducción de San Cosme; el cual, deseoso de la reducción de aquellos infieles, procuraba, con modo muy afable y cortés, entrar con ellos para salir con la suya.

" Evans Grifft y Domínguez. " Leopoldo Alonso y Gramage. " Aniceto Sosa y Cabrera. " Cayetano Quintero y Bango. " Guillermo Santamaría y Vila. " Enrique Pereda y Sardiñas. " Rafael Carrera y Ferrer. 1er. Teniente. Erasmo Delgado y Alvarez. " Emilio Rouseau y Mendevid. " Emilio Cancio Bello y Arango. " Manuel Baster y Fonts. " Manuel Aguila y Díaz. " Manuel Ruibal y Miramonte.

Lutgardo de la Torre Izquierdo. Primer Teniente. Eugenio Dubois y Castillo. Primer Teniente. Enrique Machado Nadal. Primer Teniente. Arsenio Ortiz Cabrera. Primer Teniente. Amado de Céspedes Figueredo. Capitán. Aniceto de Castro y Carabeo. Primer Teniente. Augusto Díaz Brito. Primer Teniente. Eduardo Clara y Padró. Teniente. Carlos Fuentes y Machado. Teniente. Luis Febles y Alfonso.

Finalmente, como mejor se pudo, tiramos adelante hasta tocar en las riberas donde vivían los Payaguás, matadores del buen Aniceto y sus compañeros; deseamos ganarlos y reducirlos al gremio de la Santa Iglesia; y para eso por medio de los Payaguás amigos, les enviamos una embajada asegurándoles de nuestro buen ánimo para con ellos y que les perdonábamos la traición pasada, que más por temor de alguna trama de sus enemigos, que por malicia, habían maquinado; que tomasen el partido de compañeros nuestros y fabricasen una Reducción, porque de otra manera, habiendo nosotros de frecuentar aquel camino, nuestros indios sujetarían su orgullo; y que para satisfacción de lo pasado, nos restituyesen los esclavos españoles que tenían.

Los indios Penoquís hacen una horrible matanza en los Mamalucos, de quienes eran perseguidos para reducirlos á la esclavitud I 93 Los indios de la Reducción de San Joseph convertidos en fervorosos cristianos; abnegación de esta cristiandad I 130 Los indios Payaguás sorprenden á los Misioneros; dan muerte al P. Aniceto Neuman y otros compañeros I 186

Es la nación de los Payaguás, de vilísima condición, cobarde, pérfida y pronta á maquinar traiciones y en breve manifestaron estas malas cualidades; porque habiéndose acercado nuestro Aniceto el día 12 de Julio á ciertos Payaguás, con algunas bujerías que ellos estiman, para exhortarlos y reducirlos á recibir el santo bautismo, salió de una ensenada poco distante una manga de estos traidores, dividida en dos canoas y dando sobre él á traición le mataron á él y á otros compañeros con fieros golpes de macana; y ejecutadas estas bárbaras muertes, echaron á huir desesperadamente para librarse de nuestros cristianos, los cuales advirtieron bien tarde la fatalidad; é ídos al lugar del insulto, hallaron los cuerpos de los compañeros, sin poder dar con el de Aniceto; y al siguiente día celebramos las exequias por sus almas; con que se puede piadosamente creer habrá Dios usado misericordia con ellos por el celo con que se ofrecieron á tratar con estos pérfidos gentiles.

»Después de ellas, o a par de ellas, mejor dicho, las Corvejonas, así llamadas por ser hijas de don Aniceto Martínez Liendres, Corvejón de apodo, por herencia de su padre que fue herrador y albéitar, con igual mote, como usted recordará.

Traficó Aniceto con suerte en ganados; casó bastante bien con una hija de otro traficante asturiano, y ahí le tiene usted con su don como una casa; y aunque le han mermado los caudales en más de la mitad, con unos humos que no le caben en la chimenea.

Al llegar aquí seríamos poco imparciales, pecando de sobrado olvidadizos, si no nos detuviéramos un momento á consagrar un recuerdo á uno de esos infatigables soldados de la fe, á uno de esos seres que hacen abnegación de su vida, consagrándola á la de los demás, secando la lágrima del que arrastra su existencia por el frío arenal de la desgracia, remediando todo mal y proporcionando todo bien; el sér á que nos referimos es el vicario foráneo, al par que director de la instrucción en Marianas, Fray Aniceto Ibáñez.