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Actualizado: 3 de mayo de 2025


Compadecía, sobre todo, a Guillermo, porque sobrevivir a la que se ama... ¿qué digo yo? ¡sin duda él también morirá! Llegamos ante la iglesia y la caja fue colocada en el umbral; el sacerdote, con los ojos levantados al cielo, los brazos extendidos, el hisopo en la mano, dejó caer algunas gotas de agua bendita sobre la prisión estrecha y misteriosa que encerraba a Cornelia.

Uníalo con el viejo militar de Guillermo una viva amistad, cimentada sobre largas charlas filosóficas. A la mañana siguiente, muy temprano, Nébel llamaba al pobre cuarto de aquél. La expresión de su rostro era sobrado explícita. ¿Es ahora? le preguntó el paternal amigo, estrechándole con fuerza la mano. ¡Pst! ¡De todos modos!... repuso el muchacho, mirando a otro lado.

El Reverendo P. Presentado Fray Miguel Ferrandell, de la Trinidad &c. El P. Fr. Domingo Martí, de S. Domingo, &c. A Catalina Terongí, mujer de Guillermo Terongí, alias Morrofés. El Doctor Onofre Morrelles, Rector de S. Nicolás &c. El Padre Fray Salvador Fornari, Dominico &c. El P. Pedro Bolós, Jesuita. A Rafael Benito Terongí, hijo de José Terongí, Felós.

Frente á la chimenea, Guillermo II lucía uno de sus innumerables uniformes entre las rutilancias del marco dorado y esplendoroso. La casa parecía deshabitada. Gruesas cortinas, blandas alfombras, devoraban todos los ruidos. Había desaparecido la pesada introductora con la ligereza de un ser inmaterial, como tragada por la pared.

El fundador del militarismo, Federico Guillermo, cuando se cansaba de dar palizas á su esposa y escupir en los platos de sus hijos, salía á la calle garrote en mano para golpear á los súbditos que no huían á tiempo. Su hijo Federico el Grande declaró que moría aburrido de gobernar un pueblo de esclavos.

Nuestros ejércitos son los representantes de nuestra cultura, y en unas cuantas semanas librarán al mundo de su decadencia céltica, rejuveneciéndolo. El porvenir inmenso de su raza le hacía expresarse con un entusiasmo lírico. Guillermo I, Bismarck, todos los héroes de las victorias pasadas, le inspiraban veneración, pero hablaba de ellos como de dioses moribundos, cuya hora había pasado.

Esta amenaza había quebrantado su fe en la victoria y le tenía en perpetua angustia. ¡Ay! ¡con tal que los americanos llegasen antes y en cantidades enormes!... Por deber mentía descaradamente ante los amigos que le rodeaban en el atrio solicitando sus opiniones de hombre de guerra. Triunfaremos; y Guillermo tendrá que pegarse un tiro.

Grandes carcajadas acogieron aquella salida del valiente arquero y Simón prometió hacer todo lo posible para que nombrasen á Tristán rey de armas y pudiese llevar á la práctica sus peregrinas ideas sobre justas y torneos. Allí viene Sir Guillermo Beauchamp, dijo Reno. Valiente caballero, pero temo que no pueda resistir el bote que promete darle la lanza del francés.

El P. Antonio Garriga de la Compañía de JESUS. A Isabel Martí, mujer de Juan Bautista Martí, alias Verdet. El Dr. Miguel Font, Beneficiado en la Catedral. El Doctor P. M. F. Alberto Monjo, Prior electo del Convento del Carmen. El P. F. Guillermo Ramonell, Predicador de S. Francisco de Paula. Añadiéronse el Dr. Rafael Busquets beneficiado en la Catedral y el Dr.

En la aldea de Altorf, que he visitado dos veces, tuvo lugar la tremenda escena con Gesler y Guillermo Tell, que tuvo precision de apuntar y tirar su flecha á la manzana que colocaron sobre la cabeza de su hijo ... uno de los suplicios mas bárbaros que jamas han sido impuestos á padre alguno. En la misma aldea de Altorf, hay una fuente de piedra coronada con la estatua de Tell tirando su flecha.

Palabra del Dia

hociquea

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