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Era esa la condición del cuerpo de Josefina semejante a la de la cola que los escultores usan para vaciar sus estatuas, que recibe toda forma que se le quiera imprimir. Josefina entraba dócil en los moldes impuestos por la moda, sin rebelarse ni protestar jamás. Tenía su físico algo de impersonal, una neutralidad que le permitía variar de peinado y de adorno sin mudar de tipo.

Movió la cabeza pensativamente; sin embargo, como su espíritu estaba ocupado con la lucha a la cual se preparaba, no hizo gran caso de aquello y ya no miró ni a derecha ni a izquierda. En la esquina de la plaza del mercado en el sitio donde estaba antes la casilla de impuestos se hallaba la vieja ama de llaves del doctor: tenía las manos ocultas bajo su delantal azul y una cara de entierro.

Unos pretendían que, estando impuestos de su enfermedad, por ligera que fuese, no podían permitir el combate, en condiciones evidentemente desiguales: otros, más competentes, según parece, tienen como primer deber que observar religiosamente las instrucciones de su mandato, que les confía, en primer lugar, su honor, en segundo lugar su vida.

Que hambre.... ¡, que se mama el dedo don Fulano!, ahora mismito van a abrirse los veneros de la riqueza pública.... Que impuestos.... ¡don Fulano habló de economías! Que socialismo.... ¡paparruchas! ¡Atrévanse con don Fulano, y ya les dirá él cuántas son cinco!

De otra manera, si se quiere ver en las Islas un filón por explotar, un recurso para contentar ambiciones, para librar de impuestos la Metrópoli, apurando la gallina de los huevos de oro y cerrando los oídos á todos los gritos de la razón, entonces, por grande que sea la fidelidad de los filipinos, no podrán impedir que se cumplan las leyes fatales de la Historia.

Como poeta y como enamorado, es ya conocido ; como político y como guerrero, harto le dan á conocer sus conquistas y las paces ajustadas con Teófilo y Cárlos el Calvo; como administrador, basta decir que utilizó sus victorias en proporcionar á su pueblo paz, ilustracion, riquezas y goces . Dice Ibnu Said que antes de su reinado el producto de los impuestos no habia jamás escedido de seiscientos mil dinares, y durante él llegó á producir mas de un millon.

En la aldea de Altorf, que he visitado dos veces, tuvo lugar la tremenda escena con Gesler y Guillermo Tell, que tuvo precision de apuntar y tirar su flecha á la manzana que colocaron sobre la cabeza de su hijo ... uno de los suplicios mas bárbaros que jamas han sido impuestos á padre alguno. En la misma aldea de Altorf, hay una fuente de piedra coronada con la estatua de Tell tirando su flecha.

La Suiza, que á pesar de su cortísima riqueza pública, de sus insignificantes impuestos y de su exagerada modestia posee tan fabuloso número de carreteras-modelos, ha entrado tambien ya en la mejora de los caminos de hierro, y no se halla todo el pais cruzado de caminos férreos porque carece de recursos pecunarios, no por otra cosa, y porque el terreno todo es montañoso.

El habitante no podía alejarse 12 leguas de su residencia sin correr peligro de muerte, dice Seignobos, y como en el continente los bienes del clero y los de la nobleza estaban libres de impuestos, al finalizar la época moderna, la sociedad europea era la explotación más inicua del estado llano por las clases privilegiadas.

Se hizo cargo que nuestra Corte estaba empeñada en sostener una guerra contra los Ingleses, que ocupaban toda su atencion: que los excesivos clamores de los mercaderes y comerciantes, contra los nuevos impuestos repetidos muchas veces á los compradores, desde sus almacenes y mostradores, sin otro motivo que el de ver disminuida su excesiva ganancia, habian penetrado no solo los corazones de los indios, sino los ánimos de todos: que se prestaban gratos los oidos á las voces de libertad é independencia, y que su propio corregidor, D. Antonio de Arriaga, estaba excomulgado por el Obispo del Cuzco, cuya providencia espedida imprudentemente por aquel prelado, en ocasion tan peligrosa, habia atraido contra él los ánimos de sus provincianos, creyó no podia presentarsele coyuntura mas favorable para establecer su dominio: y persuadido por todos accidentes que reconocia, hallaria un apoyo general para realizar su temerario intento, lo puso en egecucion.