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Actualizado: 29 de junio de 2025


Marcha, marcha derecho al Occidente: Allí de un nuevo mundo está el arcano, Que adivinó tu genio soberano, Y que ves con los ojos de la mente. Fíate en Dios cuando los mares sondas, Que si no existen mundos ignorados, Han de surgir del seno de las ondas: Naturaleza y genio son aliados, Y todo cuanto el genio ha prometido Naturaleza siempre lo ha cumplido.

Esa chica tendrá mal fin. ¡Y qué humos, bendito Dios, qué pretensiones! ¡Y qué morros nos pone a veces, después que la estamos manteniendo! Hay que echarle memoriales algunos días para poderle hablar. Es una huérfana. ¿Crees que el Canónigo la desamparará? No, yo no lo creo. Fíate del Canónigo y no corras.

Porque no pides; aquí nadie ha de traerte el garbanzo, como no sea yo; y yo, si ahora tengo algún dinero, pronto me quedaré sin una mota, y tendré que volver a pedirlo con vergüenza. ¿Esperas que aquí te caiga el maná? Cader manjá replicó Almudena con profunda convicción. Fíate de eso... Pero dime otra cosa, hijito: ¿habrá por aquí dinero enterrado? Haber mocha, mocha.

¡Cómo! ¿tan pronto te vas? preguntó Jacques interrumpiendo su trabajo ; ¿quién te corre, hijo?... ¡Ah! ¡ah!... Estoy en el secreto... ¡Fíate de mujeres para que guarden uno! ¡Oh, eso está todavía en el aire... no son más que proyectos!... Lo único real es el viaje.

1 Hijo mío, no te olvides de mi ley; y tu corazón guarde mis mandamientos; 2 porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán. 3 Misericordia y verdad no te desamparen; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón; 4 y hallarás gracia y buena opinión en los ojos de Dios y de los hombres. 5 Fíate del SE

Pues bien: ¿no se te ocurre que el trasto de su madre puede reclamarlo y metemos en un pleitazo que nos vuelva locos?». ¿Cómo lo ha de reclamar si lo abandonó? contestó la otra sofocada, queriendo aparentar un gran desprecio de las dificultades. , fíate de eso... Eres una inocente.

El pueblo, vejado, explotado, oprimido, sin poder creer ni esperar en nadie, se envilecía en la holganza favorecida por la sopa boba, formulando luego su indignación y su escepticismo en refranes que decían: en larga generación hay un fraile y un ladrón; nunca vide cosa menos que de frailes y obispos buenos; a la puerta de hombre rezador no pongas tu trigo al sol; reniega de sermón que acaba en daca; parece tonto y pide para las ánimas; fíate en la Virgen y no corras.

Además, piensa que es muy doloroso morir a tu edad, y estarse pudriendo tierra tontamente, mientras los otros ríen y bailan sobre tu sepultura... ¿Sabes lo que sucederá después que te dés el tiro? te llamarán malogrado por los diarios, y requiescat in pace; a los dos días nadie se acuerda del santo de tu nombre: no olvides el refrancito: el muerto al hoyo, y el vivo al bollo; sólo papá y tiíta Silda te llorarán hasta la consumación de los siglos y esto será el único resultado de tu suicidio; bien triste, ¿no es cierto? ¿Y no te parece, hijito, que aquí hace mucho frío, que el suelo está muy húmedo, y que, ahí, encima de la maleza, se debe estar muy incómodo? ¿y no temes que la mano te tiemble, en el momento de disparar, y vayas a herirte malamente, y en lugar de volver muerto a casita, te lleven herido, para sufrir dolores y apósitos y visitas de médico? créeme y fíjate bien en lo que voy a decirte: tu falta, a los ojos de la moral, siempre pudibunda, es grave, naturalmente, no tiene vuelta de hoja, pero, tal como andan hoy las cosas en nuestro país, es una chiquillada, una gracia, que más que la censura, despertará la risa, con esta frase por todo comentario: ¡Qué diablo de muchacho! este Varguitas es muy vivo... No tiene más que hacer, pues, que ponerte bajo la égida de un fantasmón de la política, un Eneene cualquiera, y verás cómo esa falta, que a ti te parece tan deshonrosa, sirve maravillosamente para tu carrera, y recorres de un salto la escala, mientras los que se emperran en hacer el desairado papel de honrados, vegetan en los últimos tramos... ¿Qué no? ¿no te convenzo? ¿eres honrado, también? ¿tienes delicadeza? ¿tienes vergüenza? pues, hijo, pégate el tiro, porque, francamente, no sirves para nada... pero, ¡cuidado no tiembles!... ¿Y Susana? ¿qué me dices de Susana? ¿has visto porteña, más deliciosa? y la dejas, para que se la lleve otro: comprendes que, siendo como es, no quedará para vestir imágenes, y aunque constante y santa, por añadidura, no va a guardarte duelo toda la vida; fíate y no corras: las santas son de carne y hueso, por más que digan, y cuando la carne habla, no valen disciplinas, hijo... Ahí tienes: Susana hubiera sido tuya, a la larga; no lo dudes.

Fíate de que el nacimiento y el temperamento te hayan hecho ilustre... si la realidad y el mundo traidor no te permiten manifestarte como eres... Pero no suspires, no te entristezcas. Hoy es día de alegría y juntos los dos aquí olvidaremos todas nuestras penas... Cada día me es más difícil vivir sin ti.

Doña Rebeca, ante la insolencia provocativa de aquella arrasada, se desató en improperios contra el hijo guapo de su corazón, y pensando con terror en el desquite que Narcisa se iba a tomar a costa de aquel despojo, entonó la salmodia estupenda de sus refranes: Al arca abierta, el justo peca.... Del enemigo, el consejo.... Fíate de la Virgen.... ¡Era toda un puro berrinche la señora de Rucanto!

Palabra del Dia

rigoleto

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