United States or Timor-Leste ? Vote for the TOP Country of the Week !


La señorita deseaba conocer mi opinión sobre la próxima cosecha. También a él le había hecho la misma consulta mademoiselle Marcela la primera vez que se había aproximado a su sillón, atraído por la novedad de su habla castellana incrustada de palabras francesas e italianismos del léxico popular de Buenos Aires.

3 Porque vuestras manos están contaminadas de sangre, y vuestros dedos, de iniquidad; vuestros labios pronuncian mentira, y vuestra lengua habla maldad. 7 Sus pies corren al mal, y se apresuran para derramar sangre inocente; sus pensamientos, pensamientos de iniquidad; destrucción y quebrantamiento son sus caminos.

Estoy enterado. ¿Y qué ha hecho la tal Judith? ¿Alguna perrada? ¿La has sorprendido con alguien? ¿Ha huido y no sabes dónde está? Habla, hombre: cuenta sin miedo. Ya sabes que soy tu confesor y por mucho que me digas, nada me cogerá de sorpresa.

¡Asús! ¡Qué picardías habla!... Ciego había de estar para condenarse con la Rebola! ¡Y lo que es conmigo! ¡Asús!

Por fin, después de mucho tiempo, daba un suspiro y volvía en si. ¿Y eso le pasaba con frecuencia? Si; muchas veces. Hay una enfermedad dijo Lázaro que llaman la catalepsia, y consiste en un paroxismo, durante el cual la persona pierde el movimiento y el habla, quedándose como muerta.

Habla vuesa merced muy a lo santo, señor Teniente respondió Preciosa ; ándese a eso y cortarémosle de los harapos para reliquias. Mucho sabes, Preciosa dijo el Tiniente . Calla, que yo daré traza que sus Majestades te vean, porque eres pieza de reyes. Querránme para truhana respondió Preciosa , y yo no lo sabré ser, y todo irá perdido.

«El bululú es un representante solo, que camina á pie y pasa su camino, y entra en el pueblo, habla al cura, y dícele que sabe una comedia y alguna loa, que junte al barbero y sacristán, y se la dirá porque le den alguna cosa para pasar adelante.

En todos los pueblos, en todos estos pueblos españoles, tan opacos, tan sedentarios, tan melancólicos, ocurre lo mismo. Se habla de la tristeza española, y se habla con razón. Es preciso vivir en provincias, observar el caso concreto de estas casas, para capacitarse de lo hondo que está en nuestra raza esta melancolía.

Pellicer, en su confuso y desordenado Tratado histórico, etc., nos habla de ellos sin reflexión ni crítica, refiriéndose unas veces á los fondos de las hermandades, otras á los de las compañías, ó confundiendo los de unas y otras, y aumentando siempre con su obscuridad y defectuoso método las contradicciones que se observan en estos datos.

El conde, que hasta entonces había permanecido silencioso, preguntó al señor Dandolo: ¿Es reciente la historia de que usted habla? De ahora mismo. Ha llegado en el último correo. ¿No ha oído hablar usted de la Náyade? ¿No ha leído la muerte del comandante Chermidy?