United States or United States Minor Outlying Islands ? Vote for the TOP Country of the Week !


Después de poner mi óbolo humilde en él gorro de uno de los artistas proscritos, me alejé acongojado, sintiendo que llevaba en mi oido como el eco vago de los últimos aires del himno italiano, y orgulloso de haber nacido en el seno de la democracia para poder ofrecer desde el fondo de mi corazon un voto de fraternidad á los hermanos oprimidos.

Y mas tarde entre manos cariñosas Que se ahuecan sensibles y piadosas, Cual urna sencillísima de cobre Donde se guarda el óbolo del pobre.

Su mujer era una hormiguita, que traficaba en todo lo imaginable; y él, con los sueldos ahorrados, otros gajes lícitos de su empleo, y el óbolo de su hacendosa compañera, podía destinar un capitalito modesto a préstamos sin usura, pero bien garantidos.

En la imposibilidad de hacerle á V. un prólogo, le escribo lo que pienso de sus Viajes: acepte V., amigo mio, acepte el óbolo de la incompetencia, y crea sobre todo que solo por aquello de que impossibile nemo tenetur, deja de complacerle tan por completo como lo deseara su sincerisimo y apasionado amigo: PATRICIO DE LA ESCOSURA. Paris, noviembre 1857.

Y como en los países protestantes disminuyó primero el gobierno eclesiástico por la secesión con el papado y la supresión de los milagros, la confesión, la comunión, las indulgencias y el óbolo de San Pedro, fue en ellos donde primero se acrecentó por la fe en la ayuda propia que sustituyó a la fe en el auxilio milagroso de los santos, la capacidad del individuo y la correlativa prosperidad de las naciones.

Para ti tendré hermosura corporal y juventud lozana. ASCLEPIGENIA. No te alucines, Proclo. La juventud que se fue, no vuelve nunca. Venus Urania no te visitó sin motivo. En cuanto a la riqueza, doy por cierto que no ganarás jamás un óbolo con toda tu filosofía, a no ser que apeles al milagro. PROCLO. Pues bien; al milagro apelo. Ahora vas a ver quién yo soy. ¡Aquí te quiero, oh Teurgia!

Y lo más sensible del caso era que aquel hombre excelente, alentando en su pecho un amor generoso de que se dan muchos ejemplos entre los marinos, había tomado por compañera á una joven inútil para el trabajo, pues accidentalmente perdió varias falanges de los dedos. ¡Situación horrible la de esta mujer inválida, en cinta y viuda! Hízose una colecta, y yo llevé á Royan mi pequeño óbolo.

»40 pesos para las comidas que tendríamos que devolver. A Susana le gustaba la sociedad. »20 pesos para accesorios de pintura, bordado, música, etc. Susana tenía tantas habilidades... »80 pesos para veranear. A Susana le gustaban los viajes. »20 pesos para las buenas obras. Susana daba su óbolo a todo el que se lo pedía.

Me vi en la precisión de contribuir con un óbolo de dos pesetas, lo cual me llenó de indignación, no tanto por las dos pesetas cuanto por lo indecoroso del acto. Pero en aquellos días había llegado el duque de Malagón, novio oficial de Isabel, y a esta le gustaba exhibirlo en la tertulia. Era un jovencito de veinte a veintidós años, delgado, moreno, completamente insignificante.