United States or Barbados ? Vote for the TOP Country of the Week !


Allí estaban los ocho mil reales. Podía hacer don Ramón lo que quisiera. Ellas confiaban en él como si fuese su padre. Bueno; compraré Cubas. El pollo pasará por aquí cuando guste, para que le entere de la marcha del capitalito. Y don Ramón les acompañó hasta la mampara, cobijando con mirada amorosa de padre a sus tres clientes.

Esta nueva industria le permitió ensanchar un tanto sus negocios principales; con tan buena mano, que al concluir los dos años de su estancia en la villa, se encontró con un capitalito de más de seis mil duros, libre y desempeñado.

Le inquietaba un poco la humildad de su situación. ¿Qué diría Valeria, cuando fuese su esposa, al enterarse de lo poco que ganaba como sabio?... Pero inmediatamente ponía su esperanza en el juego, aquella fortuna no sospechada que se le ofrecía ahora diariamente. Que siga esto unos cuantos meses afirmaba ante el coronel , y habré reunido un capitalito antes de terminar el período de mis estudios.

No es posible figurarse la profunda gratitud que el bueno de Hojeda guardaba a su amigo por estas mercedes. Había permanecido célibe, y gracias a sus economías, consiguió formar en algunos años un capitalito, cuyas rentas debían ir acumulándose a él, porque lo mismo gastaba hoy que el día en que abrió al público su farmacia.

Un hombre casado, con hijos, que en toda su vida no había hecho más que trabajar como un esclavo para labrarse un capitalito... Y ahora que lo tenía... por una quijotada de ese farfantón... ¡acaso!... El fabricante apenas podía pasar los sorbos de cognac que de vez en cuando introducía en la boca. La cosa se arregló muy pronto.

Doña Lupe se volvió de espaldas para abrir el cajón de la cómoda y en esta postura le dijo: « y tus hermanos heredáis a Melitona, que por mis cuentas debía tener un capitalito sano de veinte o veinticinco mil duros».

Compraremos Cubas.... Yo no afirmo nada, soy como todos y puedo equivocarme; pero tal vez... tal vez dentro de un año doblaremos el capitalito. señor; puede que lo doblemos. Y hablaba sonriendo maliciosamente, golpeándose las manos con expresión satisfecha, como si le bastara un simple guiño para que las dos mil pesetas se multiplicaran en millones.

él quiere, el capitalito de ustedes quedará bien colocado; cobrarán ustedes su renta todos los trimestres, y es fácil que lo que adquieran por cinco valga diez dentro de poco. Quedamos, pues, en que iremos a ver a don Ramón. ¡Afortunado mortal!

Hablarse sin miedo, que ya yo que buscas ser algo más que mi ahijado... ¡Lástima que andes en esa vida! Y le aconsejaba que ahorrase, ya que la suerte se le presentaba de frente. Debía guardar sus ganancias, y cuando tuviese un capitalito, ya hablarían de lo otro, de aquello que no se nombraba nunca, pero que sabían los tres. ¡Ahorrar!... Rafael sonreía ante este consejo.

Vamos para arriba dijo el banquero alegremente, sin dejarle terminar su saludo . Su capitalito ha aumentado en un cincuenta por ciento. Tiene usted ya treinta mil pesetas. El hombre, pálido de emoción, se contenía para no arrojarse al cuello de don Ramón y comérselo a besos. ¡Gracias, muchas gracias! Es usted mi padre.