United States or Iraq ? Vote for the TOP Country of the Week !


»Mis contrariedades correspondientes llegué a tener dentro de ello, no te creas, y aun empecé a sentirlas un poco, porque los amigos no son de hierro, y papá no está ya, por falta de costumbre, para abusar de ciertas valentías; pero todo se fue venciendo con la mayor facilidad y hasta con ventajas para ; pues me he avezado a andar sola cuando no tengo quien me acompañe por estos despejados alrededores, y sola voy también con Leto en su yacht, cuando papá no se encuentra de humor para venirse con nosotros.

Cada peldaño tenía su historia, y la pollería y el cuarto entresuelo y después el segundo tenían ese revestimiento de una capa espiritual que es propio de los lugares consagrados por la religión o por la vida. «¡Las vueltas del mundo! decía dando las de la escalera y venciendo con fatiga los peldaños . ¡Quién me había de decir que pararía aquí otra vez!... Ahora es cuando conozco que, aunque poco, algo se me ha pegado el señorío.

Y no era que el señor Rosendo estuviese mal con su oficio; nada de eso; artistas habría orgullosos de su destreza, pero tanto como él, ninguno. Por más que los años le iban venciendo, aún se jactaba de llenar en menos tiempo que nadie el tubo de hojalata.

Y siguiendo en su manía de recargar las cosas, como viera correr por la calle zanja aguas nada claras, que eran los residuos de varias industrias tintóreas, al punto le pareció que por allí abajo se despeñaban arroyuelos de sangre, vinagre y betún, junto con un licor verde que sin duda iba a formar ríos de veneno. Alzose con cuidadosa mano las faldas, y avanzó venciendo su repugnancia.

Si cual le vi le miráras, por venciendo á una fiera, tu gratitud le quisiera, cual le amo yo, le amáras. ¿Por qué se oculta, y por qué no me dices su nombre? No lo , ni hay que te asombre, que del amor en la fe, de la ventura en la calma, el espíritu anhelante no pregunta, goza amante: ¿tiene acaso nombre el alma?

Una cena que fuese digno final de la hazaña, pues en la misma noche seguramente quedaría terminada la apuesta venciendo al otro hermano.

Así brotó, transfigurado y esplendente todo el ciclo del rey Arturo y de la Tabla-redonda, cuando los normandos, venciendo a los anglos, vengaron a los bretones; el Shah-Nameh de Firdusi, cuando los turcos, venciendo a los árabes, vengaron a los pueblos del Irán; y hasta el Kalewala, aunque más por esfuerzo de mera erudición que por flamante inspiración poética, cuando Finlandia pasó al dominio de Rusia, vencidos los suecos, sus dominadores antiguos.

Vencido Abu Hafáz, tuvo bastante fortuna y presencia de espíritu para poder escapar con no pocos de los suyos, con lo mejor de su tesoro y llevando a Gláfira consigo. Corriendo mil peligros y venciendo mil obstáculos, llegó Abu Hafáz hasta Adra. Allí tenía diez grandes naves suyas. Se embarcó en ellas y abandonó a España para siempre.

¿Quién hubiera pensado ahora veinte años que la Suiza, que es una colosal montaña dividida por profundos y pequeños valles lacustres, sería surcada en breve por las locomotivas? Y mas aún: ¿quién hubiera pensado que en 1858, desdeñando los mares y los Pirineos, pudiera pasar un viajero de París á Madrid en setenta y dos horas, con mil comodidades y venciendo tan multiplicados obstáculos?

Llamó desde luego la atención de los transeúntes un ciego que no cantaba peteneras o malagueñas, y muchos hicieron círculo en torno suyo, y no pocos, al observar la maestría con que iba venciendo las dificultades de la obra, se comunicaron en voz baja su sorpresa y dejaron algunos cuartos en el sombrero, que había colgado del brazo.