United States or Colombia ? Vote for the TOP Country of the Week !


A me conmueve la piedad de los hombres de mar que vienen aquí descalzos, trayendo su recuerdo á la Virgen, por haber estado próximos á naufragar y no haber naufragado. Gran cosa es la fe. Lo mismo que á ellos, les ocurre casi todos los días á marineros ingleses, suecos ó americanos que son protestantes ó no son nada, y se salvan á pesar de no tener una Virgen de Begoña á quien recomendarse.

Demuéstrase en él, entre otras cosas, por las leyes del Concejo, la antigua y suma importancia de la ganadería en la Montaña. Y ésta más, Los Eddas, traducción del poema de este nombre, algo como la Iliada de los suecos: es empresa de los albores literarios de nuestro amigo.

Sobre el peñón del Falkenstein, en la cumbre de la montaña, se levanta una torre redonda, socavada por su base. Esta torre, cubierta de zarzas, espinos silvestres y mirtos, es tan antigua como la sierra; ni los franceses, ni los alemanes, ni los suecos la han destruido. La piedra y el cemento se han adherido con tal solidez, que no se puede arrancar el más pequeño fragmento de ella.

Mar del Plata es un balneario famoso, y el Tigre es muy frecuentado como lugar de baños y de excursiones. En tiempos normales, vapores noruegos, brasileños, belgas, británicos, daneses, holandeses, franceses alemanes, italianos, españoles y suecos hacen un servicio regular entre los puertos argentinos y todos los puertos del globo. Cincuenta líneas de vapores tienen agencias en Buenos Aires.

Así brotó, transfigurado y esplendente todo el ciclo del rey Arturo y de la Tabla-redonda, cuando los normandos, venciendo a los anglos, vengaron a los bretones; el Shah-Nameh de Firdusi, cuando los turcos, venciendo a los árabes, vengaron a los pueblos del Irán; y hasta el Kalewala, aunque más por esfuerzo de mera erudición que por flamante inspiración poética, cuando Finlandia pasó al dominio de Rusia, vencidos los suecos, sus dominadores antiguos.

A la izquierda, en una elevada montaña, se alzan las ruinas del antiguo castillo de Falkenstein, destruido, hace doscientos años, por los suecos. Del castillo no queda mas que un montón de escombros erizado de zarzas; un antiguo camino de schlitte , de escalones desgastados, asciende entre los abetos.

El buen anciano, vestido de una sencilla casaca y de un calzón verde, con la cara llena de arrugas y la cabeza calva, escuchaba con los ojos fijos, uniendo las manos y gritando: ¡Dios mío, Dios mío! ¡En qué tiempos vivimos! No se puede andar por las carreteras sin correr el peligro de ser atacado. ¡Esto es peor que las antiguas historias de los suecos! Y el anciano movía la cabeza.

Tiene la particularidad, según la crónica y las observaciones hechas, de que toda su poblacion se compone de los restos de dos razas puras, originarias del Norte, á virtud de una inmigracion de 6,000 Suecos y 1,200 Ostfrisones que fué á establecerse en el valle en el siglo V. Toda esa poblacion, hermosa y de tipo vigoroso, profesa la religion reformada, miéntras que al lado opuesto de la montaña que íbamos trasmontando la religion católica domina con la misma exclusion.

Y hasta en eso seguiremos, además de esos monjes alemanes o suecos de que usted me habló, a la misma Teresa de Jesús que, como usted sabe, con buenas palabras y creo yo que hasta bromas alegres que tenía, con purísima intención, con un clérigo amigo suyo, consiguió apartarle del pecado.

Iba á responder éste, acometido de súbita indignación, pero Quino, ilustre siempre por su prudencia, le sujetó por la manga de la camisa diciendo en voz baja: ¡Déjalo! ¡déjalo! Es peor. Se hicieron, pues, los suecos. Regalado prosiguió su monólogo que hacía volver la cabeza y sonreir á los que estaban cerca.