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Don Quijote dijo que Su Excelencia dispusiese las cosas de aquel negocio como más fuese servido; que él le obedecería en todo.

Su voz sonaba como entrecortada por lágrimas que contenía . Pensé en confesarme con usted, pero... buena confesión te Dios.... No obedecería si usted me mandase quedarme aquí.... Ya que es mi obligación: la mujer no debe apartarse del marido. Mi resolución, cuando me casé, era....

Yo respeto por más que me sea doloroso la teoría de Darwin y hasta sería capaz siguiendo su sistema, de decirle á un gorilla de América vamos pariente pase V. y tome asiento por lo tanto quien tales ánimos tiene, bien puede abrigar la posibilidad de lo expuesto, no cabiendo, como no cabe duda alguna de que los cráneos encontrados procedían de antiguas razas cuyas deformidades eran producto de voluntarias y artificiosas operaciones, ¿á qué móvil obedecería la voluntad en tales casos? ¿Al mandato, ó á la vanidad? ¿Sería la deformación un signo de raza ó de nobleza?

Recibiole muy bien e hizo grande instancia en que los días que allí estuviese había de ser en su palacio y comer con él: él se excusó modestamente con que no comía a las horas ordinarias, más con todo esto, si su ilustrísima era sentido, obedecería y mudaría de costumbre.

Ella debía intervenir y oponerse, teniendo en cuenta las distintas edades y contrarios caracteres... Pero esta oposición, ¿no obedecería al inconfesable sentimiento de un interés personal? ¿No era que a ella misma le gustaba para ese don Mariano, tan caballero y bondadoso?... Y en el alma de la joven librose silenciosamente una verdadera batalla de afectos y razones.

Uno de los testigos, comerciante alemán, sentíase influenciado de pronto por la opinión de los más, y apelaba al buen sentido de aquel señor que hablaba en público con tanto éxito. «Señor Maltrana: ¿no era absurdo que dos hombres de bien como ellos se prestasen a esta niñada peligrosa?... ¿No estaban a tiempo para que los adversarios escuchasen una buena palabra?...» A él le obedecería su compatriota, representante de una casa honorable, que no podía comprometer su prestigio y sus muestrarios en locuras impropias de la seriedad comercial.

Sería cura; obedecería al siñó Pep pero antes deseaba ser hombre, ir con los muchachos de la parroquia a hacer música, bailar los domingos, mezclarse en los cortejos, tener novia, llevar un cuchillo en la faja. Esto último era lo que deseaba con mayores ansias. Si su padre le regalaba el cuchillo del abuelo, él pasaría por todo.

Sin embargo, no sin graves presentimientos, me obligué á ello; porque hallándome desligada de toda obligación para con los demás seres humanos, no lo estaba para con él; y algo había que me murmuraba en los oídos que al empeñar mi palabra de que obedecería vuestro mandato, le estaba haciendo traición.

Lo que necesitaba hacerle saber cuanto antes es que no soy para usted un simple traductor y que ansío participar de su suerte, correr sus mismos peligros, si es que la situación se empeora. Gillespie, conteniendo la risa que otra vez volvía á agitar su pecho, contestó vagamente á la apasionada universitaria. Obedecería sus indicaciones, estudiaría con detenimiento las preferencias de su alma.

Llegué a mis quince años, y requiriome de amores el hijo de un rico ganadero vecino nuestro; y digo mal que me requirió, porque aunque él por de amores se abrasase, como después pareció, nunca, ni con sus ojos, ni con su lengua, osó decirme el cuidado en que por se encontraba; ni aun fue él quien a mis padres lo dijo, sino los suyos, que cuidadosos por la salud de Gaspar, que así se llamaba este mi primer enamorado, viendo que cada día estaba más melancólico y más y más se tornaba amarillo, inquirieron la causa de su dolencia, y sabiendo por él que yo lo era, a mis padres me pidieron, y dijéronmelo mis padres, y yo, que no sabía qué cosa fuese amor, ni necesidad alguna de él sentía, ni cosa encontraba en Gaspar que a él me llevase, dije a mis padres que los obedecería, sin saber a lo que me obligaba mi obediencia; y sin pensar mis padres en otra cosa que en el buen casamiento que yo haría, por lo rico que Gaspar era, mi casamiento con él concertaron, esperando que con el trato y comunicación vendría el amor, de que entonces yo no daba ni aun remota señal.