United States or Isle of Man ? Vote for the TOP Country of the Week !


Bonis, desesperado, abandonó aquellos hermosos valles de eterna verdura, de frescas sombras y matices infinitos en la variedad de los accidentes de colinas y vegas, en que serpenteaban claros ríos... «¡Divino! ¡Divino!... ¡Pero qué pillo es Lobato, y qué ladrones son todos estos pastores!... En otra situación, sin estos cuidados y preocupaciones, ¡qué buenos días hubiera pasado yo en esta espesura, en que se mezcla el rumor de las copas de los pinos con el del mar, del que parece un eco!». Cabruñana era región ribereña, y parecían sus valles estrechos y de mil figuras, de verde jugoso y oscuro en las laderas y en las planicies pantanosas, cauces de antiguos ríos, abandonados por las aguas.

Venillas de agua, casi imperceptibles al principio, se forman en varios sitios, se unen luego en relumbrantes riachuelos, que serpentean en el fondo de diminutos cauces fluviales que ellos mismos se han abierto y desaparecen de pronto en una hendidura del hielo con una especie de queja de argentino sonido. Aumentan ó disminuyen, según las oscilaciones de la temperatura.

Y lo que agravaba más esta situación era la incertidumbre, la espera del acontecimiento temido y todavía invisible, la angustia por el peligro que nunca acaba de llegar. La Historia se extendía desbordada fuera de sus cauces, sucediéndose los hechos como los oleajes de una inundación.

Así es como en los desiertos de Africa y Arabia muchos ríos, considerables en otras edades, han dejado de existir: sus cauces se han llenado de arena y los indígenas sólo los conocen por los inciertos datos de las tradiciones.

Roto, despedazado y recogido así el velo que me había ocultado la realidad del panorama, se destacó limpia y bien determinada la línea de la costa sobre la faja azul de la mar, y aparecieron las notas difusas de cada paisaje en el ambiente de las lejanías y en los valles más cercanos: las manchas verdosas de las praderas, los puntos blancos de sus barriadas, los toques negros de las arboledas, el azul carminoso de los montes, las líneas plateadas de los caminos reales, las tiras relucientes de los ríos culebreando por el llano a sus desembocaduras, las sombrías cuencas de sus cauces entre los repliegues de la montaña... Todos estos detalles, y otros y otros mil, ordenados y compuestos con arte sobrehumano en medio de un derroche de luz, tenían por complemento de su grandiosidad y hermosura el silencio imponente y la augusta soledad de las salvajes alturas de mi observatorio.

Mas, si en el tiempo de lluvias hay solamente pequeñas lenguas de terreno, que hallándose al abrigo de las inundaciones forman una especie de islas en donde se crian ganados y se labra la tierra, todo cambia de aspecto en la estacion de la seca: los rios se encajonan en sus cauces, prados magníficos sustituyen á los fangosos bañados, y la provincia presenta por todas partes un suelo virgen que se brinda á la agricultura.

Subía enero su cuesta invernal, desbordado en inclemencias, con los vientos desmelenados y las aguas roncas y turbias, borbollantes, fuera de sus cauces rotos... Subía, espantoso y fiero, con una nube torva en la frente y las recias abarcas chocleando sobre los lodazales del camino.

Pero las vidas vuelven siempre a sus cauces antiguos, y después de estos seis años de catalepsia literaria, en 1914, pocos meses antes de la gran guerra, reanudé en París mi trabajo de novelista «de pluma y papel», escribiendo Los argonautas. Primera parte Jaime Febrer se levantó a las nueve de la mañana.

Una gran piedra ha hecho determinar una curva á la corriente, lanzando á ésta contra otra orilla, formando una brusca sinuosidad, y así gradualmente se ha cavado un cauce según su capacidad: más arriba, ramas encadenadas; hierbas y piedras, han servido de punto de apoyo para formar uno ó varios islotes rodeados de cauces tortuosos llenos de arena hermosamente blanca.

Por los cauces, donde de ordinario salta en sonoras cascadas un pequeño torrente de cristalina agua, corre ahora con estrépito una especie de fango, un líquido semisólido que es al mismo tiempo que un diluvio un desprendimiento. Estos son los fenómenos que, con el tiempo, rebajan poco á poco los montes y los extienden en capas horizontales de aluvión sobre los llanos y en el fondo de los mares.