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Actualizado: 25 de mayo de 2025


Soledad volvió la cabeza sorprendida de aquella voz extraña y temblorosa, le miró un instante á la cara y al fin dijo gravemente: Bueno; vamos.

De repente el macho, supongo que será el macho, tiene una idea, un remordimiento, improvisa una pasión que está muy lejos de sentir, y besa a la hembra, y hace la rueda y canta el rucutucua y se eriza de plumas.... Ella, sorprendida, sin sacudir la pereza corresponde con tibias caricias, y a poco, ambos fatigados, soñolientos, encontrando en la molicie de mojarse inmóviles, inflados, mayor voluptuosidad que en los devaneos, vuelven a su quietismo, tranquilos, sin rencores, sin engaño, sin quejarse de la mutua displicencia. ¡Racionales palomas!

Cuando se levantó por la mañana tenía las mejillas enrojecidas, los ojos brillantes, todo el cuerpo en tan ágil disposición, que su digna esposa quedó, al verle entrar en el comedor, no poco sorprendida. La sorpresa fue en aumento cuando Sánchez, después de tomar el desayuno, en vez de retirarse a su gabinete para terminar concienzudamente la lectura de La

Luciana pareció sorprendida de que mis trabajos de crítica sean tan mal pagados. Lo cierto es que con lo que yo gano y con lo poco que a la pobre muchacha le producen sus miniaturas no podríamos sostener una casa. Veo me dijo con un ligero suspiro que durante largo tiempo tendremos que armarnos de paciencia, a no ser que alguna hada benéfica...

No, no me querrás... Dame un beso ahora... Después que te lo diga, no me darás ningún otro... Lolita se manifestó sorprendida, pero le dio algunos besos sonoros.

Ella, por el contrario, pareciome sorprendida desagradablemente, coma persona que no quiere ser vista en lugares impropios de su jerarquía. Sus primeras palabras, dichas a tropezones y entremezcladas con las fórmulas del saludo, confirmaron aquel mi modo de pensar.

La de Ribert, que esperaba una oposición obstinada de la abuela, se quedó sorprendida de nuestro éxito. Bueno dijo alegremente, aprovechemos el permiso y ocupémonos del anuncio. Aquí tenéis el que he redactado durante vuestra ausencia. «Persona seria que hace estudios sobre las solteronas, desea conocer los motivos que alejan a los hombres del matrimonio.

María Teresa se estremeció como sorprendida en falta, pero reponiéndose: ¡Hola! ¿eres , Diana? respondió sin moverse de su observatorio. Entras como rayo de sol, sin hacer ruido... ¿Y qué ves venir? ¡Nada! Espías simplemente la llegada del que esperas. María Teresa, un poco abochornada, se ruborizó.

Horrorizada, con cara de condenado del infierno, Emma se retorcía agarrada con uñas de hierro a los hombros y al cuello de Minghetti, que no había tenido tiempo para levantarse de la banqueta del piano. Estaba él cantando y acompañándose, según costumbre, cuando su discípula lanzó un chillido de espanto, sorprendida y horrorizada por el primer dolor del parto próximo.

Sin embargo, Demetria, que había oído rumor de conversación, bajaba ya la escalera. Al ver una señora se detuvo sorprendida. Hubo unos momentos de silencio. Aquellas tres personas se miraron sin despegar los labios. Al cabo Felicia con voz temblorosa dijo: Demetria, acércate... Esta señora viene á buscarte... Lo que te han dicho era la verdad... Aquí tienes á tu madre; yo no lo soy...

Palabra del Dia

bagani

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