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Actualizado: 25 de junio de 2025
Gracias al delirio producido por la fiebre, pasó junto a la muerte sin darse cuenta, y la violencia del mal le había quitado la conciencia del peligro. Despertó como un niño sobre el brocal de un pozo, sin medir la profundidad del abismo. Cuando le dijeron que había estado a punto de morir y que sus amigos desconfiaban de salvarla, quedó muy sorprendida. No sabía de cuán lejos regresaba.
Una súbita idea cruzó por mi mente, como sano consejo de prudencia al estrechar la mano de aquella mujer tan animosa y a la cual ponía en tantos peligros: Tengo intención de viajar durante algún tiempo le dije tras breves palabras de gratitud por sus bondades. ¿Qué le parece a usted? Si le parece que eso puede serle útil, hágalo repuso, manifestándose tan sólo un poco sorprendida.
Corrió hacia aquella parte para levantar una de aquellas piedras y demostrar su fuerza; pero de pronto retrocedió muy sorprendida. ¡Ah! papá exclamó , venid a ver cómo ha bajado el agua desde ayer. ¡La cantera estaba ayer tan llena! Es cierto dijo Silas, poniéndose junto a ella . ¡Ah! es el drenaje que han comenzado a hacer después de la cosecha en las praderas del señor Osgood.
Ester dirigió una mirada al hombre de ciencia, y á pesar de que su destino estaba colgando de un hilo, se quedó sorprendida al notar el cambio verificado en las facciones de Rogerio, que se había vuelto mucho más feo, su cutis más atezado, y su figura peor formada que en los tiempos en que le había conocido más familiarmente.
¡Está bien! dijo después de leerlos; éstos son los artículos en que habíamos convenido con el señor Duque... El dote que yo aseguro a mi hermana... ¡Ah! dijo la Condesa sorprendida, y un ligero carmín cubrió sus mejillas, ordinariamente tan pálidas. ¡He aquí unas condiciones que nunca se me habían impuesto! ¿Las conoce usted, Fernando?
Y como nuestro buen Gobernador Winthrop falleció también anoche, y fué convertido en ángel, de seguro que se creyó conveniente publicar la noticia de algún modo. No; nada he oído acerca de ese particular, contestó el ministro. En su última y singular entrevista con el Sr. Dimmesdale, se quedó Ester completamente sorprendida al ver el estado á que se hallaba reducido el ministro.
Se había sentado en uno de los brazos de la butaca de su padre y, como Tirso ocupaba una silla baja, ella le veía de alto a bajo, mirándole y remirándole la coronilla, muy sorprendida de que un hermano suyo tuviese aquello en la cabeza. A las doce volvió Pepe y almorzaron, ocupando cada cual su puesto en torno de la mesa.
Ni en los más recónditos secretos y escondrijos de sus muebles podrá encontrarse una fotografía desvergonzadamente impúdica; pero en cambio le parece honesta sobre todo encarecimiento aquella ninfa que, sorprendida desnuda y acosada por un sátiro, se escondió... tras el tenue y plateado hilo que formó una oruga entre dos ramas de árbol.
Oyes, Josefina: ¿a quién quieres más, a tu madrina o a tu padrino? preguntole aquél. A madrina respondió la niña sin vacilar. Y a quién quieres más, ¿a tu padrino o al conde? La niña le miró sorprendida con sus grandes ojos azules. Pasó por ellos una ráfaga de desconfianza y respondió frunciendo su hermoso entrecejo: A mi padrino.
Luego me dijo: ¿Está su madre de usted? Sí. Quisiera saludarla. Bueno, pase usted. Entramos en el cuarto de mi madre que, al ver a Machín, quedó sorprendida no se por qué: Machín estuvo con ella muy amable. Hablaron los dos largo rato. Yo estaba inquieto con aquella visita incomprensible. ¿Qué cambio es éste? me preguntaba. Al salir Machín, me dijo: Quiero marcharme de Lúzaro.
Palabra del Dia
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