United States or French Southern Territories ? Vote for the TOP Country of the Week !


No; el viejo verde al lado de las bellas es una oruga que se desliza por entre las rosas.

Me avergüenzo de no poder seguir vuestras huellas, pero mi orgullo es tan endiablado, que me impedirá siempre parangonarme con la oruga que se arrastra a mis pies o al cerdo que se revuelca en mi corral. Estaba siempre en guerra con el consejo municipal de su distrito; no le gustaban los aldeanos, y pretendía que no hay nada más pillo y canalla que un campesino.

Todos se volvieron y divisaron a la infeliz oruga humana, envuelta en un mantón viejísimo, con una gorra de lana morada, que aumentaba el tono de cera de su menuda faz, arrugada y marchita como la de un anciano por culpa de la mala alimentación y del desaseo. Sus ojuelos negros, muy abiertos, miraban en derredor con vago asombro, y de sus labios fluía un hilo de baba.

Insertábanse también unos versos de Periquito, el hijo de don Pedro Miranda, en que le decía a cierta misteriosa G., que «él era un gusano; ella una estrella»; «él una rama; el árbol ella»; «ella una rosa; la oruga él»; «ella una luz; él una sombra»; «ella la nieve; el fango él, etc., etc

Por entre la malla de su prosa hay pueblos que se hunden, ejércitos que se destrozan, mares que se revuelcan, bosques que caminan. Es raso y es acero. Es guzla y es clarín. Es halago y es centella. Escribe versos que enamoran, filípicas que entusiasman, libros que glorifican. Es diminuto y es excelso. Sencillo y complicado. Es león y paloma. Oruga y colibrí.

Va por la calle deseando que alguien le tropiece; y cuando no lo hace nadie, tropieza él a alguno; su honor entonces está comprometido, y hay de fijo un desafío; si éste acaba mal, y si mete ruido, en aquel mismo punto empieza a tomar importancia; y entrando en otra casta, como la oruga que se torna mariposa, deja de ser calavera lampiño.

3 De esto contaréis a vuestros hijos, y vuestros hijos a sus hijos, y su hijos a la otra generación. 4 Lo que quedó de la oruga comió la langosta, y lo que quedó de la langosta comió el pulgón; y el revoltón comió lo que del pulgón había quedado. 5 Despertad, borrachos, y llorad; aullad, todos los que bebéis vino, a causa del mosto, porque os es quitado de vuestra boca.

Ni en los más recónditos secretos y escondrijos de sus muebles podrá encontrarse una fotografía desvergonzadamente impúdica; pero en cambio le parece honesta sobre todo encarecimiento aquella ninfa que, sorprendida desnuda y acosada por un sátiro, se escondió... tras el tenue y plateado hilo que formó una oruga entre dos ramas de árbol.

Inclinada sobre la criatura, Nucha le echaba el aliento para mejor adormecerla, y arreglaba con febriles movimientos el pañolón calcetado que envolvía, como el capullo a la oruga, aquella vida naciente.

25 Y os restituiré los años que comió la oruga, la langosta, el pulgón, y el revoltón; mi gran ejército que envié contra vosotros. 26 Y comeréis hasta saciaros, y alabaréis el Nombre del SE