United States or Liechtenstein ? Vote for the TOP Country of the Week !


¡La orden! ¡La orden! gritan a esta sazón. ¿Cómo la orden? exclama el autor asustado. ¿La han prohibido? No, señor, es la orden para empezar; habrá venido Su Alteza. Suena una campanilla. ¡Fuera, fuera! y salen precipitadamente de la escena aquella multitud de pies que se ven debajo del telón. ¡Cuidado con los arrojes, señor autor! dice un segundo apunte tomándolo de un brazo. ¿Qué es eso?

El mundo es como una gran lonja, llena de sordos que aspiran a verificar sus transacciones; todos gritan; hay un horrendo rebullicio; pero como no se oyen los unos a los otros, no se concluye ningún trato. Cuando hubo salido el Aligator, el estudiantillo travieso declaró en voz alta lo que todos pensaban para : Ese hombre desarrapado está tan loco como el zapatero.

Terrible confusión en el público. Cuatro espectadores baten palmas a la presidencia. Dos gritan: Que siga, que siga. Gutiérrez, con amargura: Señor presidente, veo con claridad que aquí, como en la calle, no se respeta la justicia. Renuncio al uso de la palabra... Antes de sentarme, sin embargo, os diré que, aunque vosotros no la veáis, la avenida sube, sube, y concluirá por ahogaros.

El toro y el caballo clamaba Ruiz hacen llorar de pena a esas gentes que no gritan en sus países al ver cómo cae en el hipódromo un animal de carreras reventado, con las patas rotas, y que consideran como complemento de la belleza de toda gran ciudad el establecimiento de un jardín zoológico.

Alzan los nuestros al momento un grito Alegre, y no medroso; y gritan, arma, Arma resuena todo aquel distrito; Y aunque mueran, correr quieren al arma. La soberbia y maldad, el atrevido Intento de una gente mal mirada Ya se descubre con mortal ruido. Dame una voz al caso acomodada, Una sotil y bien cortada pluma, No de aficion, ni de pasion llevada.

Yo no como me avendré con ellos, Los puestos se lamentan, los no puestos Gritan, yo tiemblo destos y de aquellos. , señor, que eres dios, dales los puestos Que piden sus ingenios: llama, y nombra Los que fueren mas habiles y prestos. Y porque el turbio miedo que me asombra, No me acabe, acabada esta contienda, Cubreme con tu manto y con tu sombra.

El marinero que en la cofa estaba Gritó al Corsario que tambien velaba, «Un barco vieneEl se levanta magestuoso y mudo, Y de los vientos al silvido rudo Todo previene. Era francés el buque que venia, Y allá en su mástil ondear se via De Julio el pabellon. Viva la Francia! gritan muchas veces; Vivan los libres! gritan los franceses De noble corazon.

Usted mismo, poeta, si se propusiese hacer unos versos sobre esto, ¡qué de cosas bonitas diría!... El augusto silencio; el Océano recogiéndose para presenciar mejor la divina ceremonia; la mañana esplendorosa, las gentes llorando, un hálito celeste descendiendo sobre el buque cual música angélica... Y fíjese en la realidad: no hay más música que la de los ventiladores y abanicos; los hombres chorrean sudor y miran a las puertas deseando huir; abajo suenan los platos y los tenedores de los herejes, que toman su primer almuerzo; en la proa y en la popa gritan, juran y cantan los emigrantes; los camareros suben y bajan las escaleras con sus útiles de limpieza... No; decididamente, no hay poesía religiosa en estos buques modernos.

Las habitaciones obscuras se llenan de luz blanca, y por primera vez oímos a los gorriones, agazapados bajo los rastrojos, con las plumas erizadas, que gritan afuera: «Esta mañana no hay comida, no hay comidaHullin se calzó sus recios zapatos herrados de doble suela, y sobre la chaqueta púsose un amplio jubón de paño buriel.

El buen señor pasa media hora arrojando puñados á los transeuntes; muchachos, menestrales y mujeres del pueblo se agolpan á coger las monedas; al verlos reunidos en un punto, arroja un puñado en otra direccion; todos corren, se chocan, se apiñan, gritan, riñen, pelean, exclaman, se insultan, se agarran, y el ruso se divierte. Yo ignoraba que en Rusia se divertian de este modo.