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Actualizado: 24 de mayo de 2025


El viejo se sintió animado por una resolución desesperada: ya que había de morir, que lo matase una bala francesa. Y avanzó erguido, con sus dos cubos, entre aquellos hombres acostados que disparaban. Luego, con súbito pavor, quedó inmóvil, hundiendo la cabeza entre los hombros, pensando que la bala que él recibiese representaba un peligro menos para el enemigo.

Lo haré, , lo haré le aseguró en voz enronquecida, en una voz de una mujer eminentemente desesperada, aterrorizada, temerosa de ver descubierto algún terrible secreto suyo. ¡Ah! exclamó con desprecio, encogiendo el labio, una vez me trataste con desdén, porque te considerabas una gran dama, pero yo voy ahora a vengarme, como vas a verlo.

Una palidez biliosa, lívida, terrible, cubrió las mejillas de la comedianta; sus ojos irradiaron una mirada desesperada, tembló toda, y exclamó con acento opaco: ¡Conque me ha engañado!... ¡conque me ha mentido!... ¡ya lo sospeché yo!... Quevedo le trajo ayer á mi casa... , , veo claro... muy claro... ¡ya se ve!... ¡como yo soy... ó era la querida del duque de Lerma!... ¡oh! ¡han querido tener en un instrumento!... ¡ese maldito don Francisco, que lee en el alma... que adivinó que yo me enamoraría de él... que me volvería loca por él!... ¡oh! ¿quién había de creer que Quevedo fuese tan villano? ¡oh! ¿quién había de pensar que un joven de mirada tan franca y tan noble, sucumbiría á tal bajeza... á tal crimen?... ¡enamorar á una pobre mujer que vive tranquila, resignada con su fortuna... hacerla odioso su pasado y desesperado su presente... matarla el alma!... ¡oh! ¡qué crimen, qué crimen... y qué infamia! ¡Es necesario que aunque yo me pierda se acuerde de ! ¡Es necesario que yo me vengue!...

«Mi querido cura: El hombre es un animalito voluble, instable y caprichoso; una veleta que gira a todos los antojos de la imaginación y de las circunstancias... Al decir el hombre, comprendo la humanidad entera, porque es mi persona el animalito a que me refiero. «Ya no estoy desesperada, ni tengo ganas de morir, mi cura.

¿Y de dónde infiere V. que Clara está desesperada? ¿Quién se lo ha dicho á V.? ¿Qué motivos tiene ella para desesperarse? Nadie me lo ha dicho. Basta mirar á Clara para conocerlo. Usted misma lo conoce. No disimule V. que lo conoce. Si no temiese V. hasta por su vida corporal, ¿no hubiera ya dejado que entrase en el convento?

Stevenson y aun García Camba convienen en que Rodil fué cruel hasta la barbarie, y que no necesitó mantener una resistencia tan desesperada para dejar su reputación bien puesta y a salvo el honor de las armas españolas.

Déjame en paz dijo Miquis retirándose. No, no te vas replicó ella deteniéndole con fuerza . Estoy desesperada. Necesito... En último caso, paso por todo. Soy pobre. La desesperación es ley, Augusto. Te hablaré con el corazón; te diré... Yo no quiero más que a un hombre. Por él doy la vida, y en último caso el honor... Di, ¿me favoreces? Lo que necesitas, ¿es para comer? No; necesito mucho.

El último resplandor se extinguió en la habitación y el balcón del que él no separaba la mirada se confundió con todos los demás en la obscuridad. Pero la casa, invisible para los demás, no lo era para el duque, y el balcón brillaba como un sol a sus ojos iluminados. Vio a Mantoux salir de la casa, huir a través de los campos con una carrera desesperada, sin volver la cabeza hacia atrás.

Pero el es joven y es natural que sus pensamientos sean distintos a los míos. El proyectado casamiento de mi Cesarina, resulta decididamente irrealizable, me he visto obligada a decírselo así a este pobre joven. La familia se ha obstinado en la negativa más absoluta; estoy desesperada y he llorado mucho; el pobre joven parece resuelto a esperar aún contra toda esperanza.

Y se dejó arrastrar por la pendiente de los pensamientos sombríos a una filosofía desesperada y pesimista. «Pues señor se dijo lacrimosamente , hay que aceptar el mundo y la humanidad como son... ¡Esta niña que yo creía tan sensible!... ¡Qué le vamos a hacer!... En la mujer no existe más que un afecto verdadero... ¿Estará tal vez enamorada esta chica?...»

Palabra del Dia

commiserit

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