United States or Venezuela ? Vote for the TOP Country of the Week !


Ignacio bajó la frente, abrumado por aquel grito de triunfo de la naturaleza vencedora. Pareciole que era Lucía la personificación de la gran madre calumniada, maldecida por él, que risueña, fecunda, próvida, indulgente, le presentaba la vida inextinguible encerrada en su seno, y le decía: «Tonto de pesimista, mira lo que puedes contra . Soy eterna

De aquí que admiremos á Leopardi, no por su ateísmo y desesperación pesimista, sino por su anhelo ferviente de bondad suprema, por su aspiración á lo divino, que él cree irrealizable.

¿Por qué causas? ¿Es usted pobre? ¿Ha sufrido usted injusticias de los hombres o del destino? ¡, me acuerdo de usted; pero no , ni cómo iba a saber lo que le han hecho! El magistrado experimentaba una especie de placer en hostigar al pesimista, en obligarle a reconocer su error. Nada me han hecho. Pero yo lloraba por todo. Estaba enfermo, , no cabe duda: pero enfermo del alma, no del cuerpo.

Este cargo, repetido hasta la saciedad por otros críticos, dió ya motivo a una vigorosa réplica de Pereda en el prólogo de sus Tipos y Paisajes; pero como todos los lugares comunes, y más si son irracionales, traen aparejada larga vida, no es de temer que desaparezcan tan pronto del vocabulario de los críticos de Pereda los términos de sarcástico y pesimista, como tampoco aquellos otros de gran fotógrafo, ni siquiera el de Teniers cántabro.

Acaso bebí el germen pesimista en las fuentes románticas: en algunas páginas de Chateaubriand, en el Werther, en las cartas de Fósculo, que repasé mil y mil veces; en los melancólicos versos de mis poetas favoritos. Después he leído las obras de Leopardi, de Schopenháuer y de Hártman, y confieso que me son simpáticos, aunque no acepto sus ideas.

La consideración de su impotencia casi le hizo llorar. Influenciado por su nueva amistad con Gurdilo, sólo veía en este personaje el remedio de sus preocupaciones. ¡Si ocupase el gobierno nuestro gran orador!... A continuación se mostraba pesimista. El gobierno actual es más fuerte que nunca. ¿Quién puede derribarlo? No será ciertamente Ra-Ra y los dementes que le siguen.

Por estas razones en la Fábrica se hacía política pesimista y se anunciaba y deseaba que al Gobierno «se lo llevase Judas». Dos cosas sobre todo alteraban la bilis de las cigarreras: el incremento del partido carlista y los ataques a la Virgen y a los Santos.

Tampoco en esta novela de Los cuatro ochavos triunfa la virtud en el mundo. Teodorita y Ricardo son los que triunfan. Bien puede decirse que son ellos los que matan a disgustos a D. Antonio. El fin de la novela no puede ser más trágico. Si sólo se atiende a lo material y externo de la vida humana, no puede ser más pesimista. Soledad queda desvalida, acusada de ladrona y casi deshonrada.

¿Celoso?... ¡Para estar celoso habría debido amarla! ¿Y si la hubiera amado fielmente, a ella sola, me habría ella amado a ? Ferpierre se quedó estupefacto ante la manifestación de semejante idea. O conservaba un mal recuerdo de las verdades brutales e ingratas de que Vérod había sido apóstol desde joven, o el pesimista, el escéptico se había convertido.

Tanta crítica pesimista, tan porfiado regateo, y en muchos casos negación de las cualidades de nuestros contemporáneos, nos han traído a un estado de temblor y ansiedad continuos; nadie se atreve a dar un paso, por miedo de caerse.