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Actualizado: 8 de septiembre de 2024
En la misma vivía también una doncella joven, llamada Marfisa, con la cual tuvo amores; pero no duró mucho la ventura de los dos amantes, porque Marfisa se vió obligada á dar su mano á un abogado viejo, si bien hizo á su prometido, el mismo día de su casamiento, las más ardientes protestas de perpetua fidelidad, acompañadas de torrentes de lágrimas.
Barranquilla ha adquirido importancia hace poco tiempo, desde que, construido el ferrocarril que la liga con el mar se ha hecho la vía obligada para penetrar en Colombia por el Atlántico, quitando, por consiguiente, todo comercio y el tránsito a la vieja y colonial Cartagena y a Santa María.
»Si hubiera escuchado la voz de mi corazón, le habría saltado al cuello con lágrimas de gozo, pero me fue necesario conservar toda mi sangre fría, por mi marido y por mi hijo, que no son uno y otro más que dos niños, y me vi obligada a decirle que ese casamiento no podía hacerse.
Pero cuando dio más claras muestras de su talento portentoso y de los vastos conocimientos que había logrado adquirir en aquel ramo del saber, fue al proponer que la señorita a quien acertase lo que tenía en el bolsillo quedase obligada a darle un beso. Tal seguridad tenían todas de que nada conseguiría, que no vacilaron en aceptar la proposición.
No querían, pues, mataros: no era la reina. Al contrario, la generosidad de ese hombre me confirma más en mis sospechas; la reina se horroriza de la sangre... como vuecencia; la reina, sin duda, ha querido decirme: aunque soy mujer, y me tenéis obligada al silencio, puedo en silencio mataros; tengo una valiente espada que me sirve.
Si se les da el más pequeño indicio, descubrirán también la verdad respecto de todos nosotros añadió con intención, y es por demás alarmar a la feliz pareja. Tomás Búfalo no sólo puso a disposición de don Jorge todo lo que llevaba, sino que parecía disfrutar ante la perspectiva de una obligada reclusión.
Díjele también que era cierto había venido una Comisión mixta á nombre del General Agustin y del arzobispo Nozaleda, la cual Comisión me había manifestado que venía obligada por los españoles, pero que hacía constar su adhesión á nuestra causa.
No, no, mil veces no, es un error perjudicial enternecerse, es preciso guardar las fuerzas para los deberes que estoy obligada a llenar; cuando se está sobre el borde de la tumba, las lágrimas, dice, no sé en qué parte, la Escritura, debilitan el corazón del hombre. ¡Hoy necesito del mío como en mis tiempos mejores!...
Cuando tía Carmen estaba muy débil me costaba trabajo entenderla. Como entonces su voz era trémula y apagada, la enferma se veía obligada a repetir las frases, y no lo hacía sin dar muestras de impaciencia. La doncella, habituada a oirla, se apresuraba a decirme lo que yo no había entendido, y apuraba el ingenio para no entristecer a la anciana.
Con la obligada y casi indispensable modestia, que en ocasiones tales se usa, Rafaela trató de probar que había envejecido; pero al cabo, tal vez porque no lo creía, o tal vez para evitar enojosas discusiones, convino en que estaba tan bien o mejor que nunca.
Palabra del Dia
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