Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 7 de mayo de 2025


Recientemente, disipadas las dudas enojosas que solían atormentar su alma, el más enérgico, inspirado y elegante de nuestros líricos, Don Gaspar Núñez de Arce, ha dado a la estampa un admirable poema, donde el referido convencimiento se manifiesta y brilla en imágenes y símbolos maravillosos, revestido con todas las galas y adornado con todos los dijes y primores de la poesía, y no por eso menos terminante ni menos claro que si en prosa metódica y didáctica apareciese expuesto.

Usted teme quizá que en su declaración haya algo enojoso para usted... Teme, en fin, verse obligada a decir cosas que no querría decir. Pues bien: la ley le permite a usted dejar de contestar a las preguntas que le parezcan enojosas. ¿Quiere usted ahora prestar juramento? No. Su voz era sonora, joven más joven que el rostro , clara y limpia. Debía de cantar muy bien.

Criado y desarrollado, como quien dice, en la Aduana, era ésta el campo propio de su actividad; y las muchas complicaciones de los negocios, tan molestas y enojosas para el novicio, se presentaban á su vista con toda la sencillez de un sistema perfectamente arreglado.

A no ser por las enojosas disensiones ocurridas entre los cristianos, quizás el imperio islamita occidental se hubiera disuelto bajo los dos inmediatos sucesores de este Sultan. Es muy de observar cómo se refleja en la famosa mezquita cordobesa la suerte de cada reinado.

Poco á poco fué quedando desierto el atrio de San Nicolás. Un muerto yacía en la acera, custodiado por dos guardias. Más allá, los grupos rodeaban á varios heridos. Algunos curas se deslizaban con paso lento á lo largo de las paredes esquivando el gentío. Estaban heridos é iban á sus casas á curarse ocultamente, huyendo de la publicidad y de enojosas declaraciones.

¡Ah! señor cura repliqué rápidamente, si Francisco I y Buckingham estuvieran aquí, no se harían rogar mucho para amarme, y yo estaría contentísima. ¡Hum! El cura halló la respuesta desprovista de ortodoxia y susceptible de enojosas interpretaciones, y abandonando inmediatamente tan escabroso tema, me aconsejó resignación.

Los hombres conversaban en voz baja o bien fumaban con gravedad india, la blasfemia fue tácitamente proscrita de aquellos sagrados recintos, y en todo el campamento la forma expletiva popular: maldita sea la suerte o maldita la suerte, fue desechada por prestarse a enojosas interpretaciones.

Villamelón no vio otra cosa que le llegara al alma, en el registro de la policía, sino el que le hubiesen roto dos cristales de la mampara, y dio orden de que jamás se compusiesen, recordando que Wellington nunca reemplazó los de su casa, rotos por el pueblo de Londres, un día que este se olvidó de Waterloo; todo lo demás echábalo él en el montón de las bagatelas enojosas, indignas de ocupar la atención de un hombre serio, de las pequeñeces de una sociedad corrompida y etiquetera, que rotulaba con la manoseada frase de cuestiones bizantinas.

Juzgado Guerrero de Aguilar por su delito, ninguna clemencia tuvieron para él los jueces, condenándolo á muerte después de algún tiempo de prisión y de haber practicado muchas y enojosas diligencias en averiguación de los que en Sevilla parecían estar en contacto con el reo y favorecer sus trabajos.

Yo estoy solo. Te daré un cuarto, una cama, un plato y una cuchara. En mi casa no hay lujo, pero no falta nada de lo necesario». Después le hacía acerca de Isidora mil preguntas enojosas y prolijas, a las que Mariano no sabía qué contestar. Si su hermana vivía contenta, si se levantaba tarde o temprano, si le gustaba la fresa y el requesón, si iba al teatro.

Palabra del Dia

primorosos

Otros Mirando